Lara ha sido uno de los estados en los que constantemente se registran de dos y tres protestas diarias por la ausencia de servicios básicos. Desde el año 2015 la falta de suministro de agua y gas es lo que más hace salir a los larenses a las calles, pero este 2019 el deseo de un cambio sumado al apagón nacional del 7 de marzo hizo que la región comenzara a sufrir constantes fallas en el suministro eléctrico.
Hasta ahora en Lara han muerto cuatro personas en contexto de manifestaciones donde exigían los servicios básicos.
El FAES disparó a gandolero en protesta por gas
El miércoles 3 de abril los residentes de Rastrojitos, comunidad ubicada en la Intercomunal Barquisimeto – Duaca, en la zona norte de la ciudad salieron a protestar por el servicio del gas doméstico, tenían tres días sin el, además de seis días sin luz.
La protesta ese día la iniciaron a las 10 de la mañana y aunque una comisión de la Policía regional les había prometido gestionar un camión del gas nada los hizo retirarse de la vía.
Elvis Luis Véliz Castillo, de 35 años de edad, gandolero y padre de dos niñas de 8, 12 años y un adolescente de 17 años fue una de las personas que decidió salir a manifestar por los servicios básicos estaba cansado de esta situación. En medio de la tarde los protestantes se sentían burlados y pasó un camión de gas y lo retuvieron como medida de presión. De inmediato fueron enviados equipos antimotín de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para reprimir la protesta y recuperar el camión, los manifestantes con piedras en manos enfrentaban las lacrimógenas y los disparos con perdigones que venían de parte de los funcionarios, sin importar la presencia de adultos mayores y niños.
Véliz Castillo también estaba activo en la protesta, el diario La Prensa de Lara lo pudo reflejar en sus páginas a través de una fotografía, posterior a ello llegaron miembros de colectivos armados y en compañía de un concejal del municipio Crespo, según describieron los presentes para buscar el camión de gas pero el mismo ya estaba en manos de funcionarios sin embargo la manifestación continuaba. Funcionarios de las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) llegaron y para enfrentar a los manifestantes pasaron con armas en manos “eras pistolas 9 milímetros las que llevaban los efectivos y a ninguno le tembló el pulso para disparar” relató uno de los presentes, posterior a este tiroteo quedó tendido en el pavimento y sobre un charco de sangre Véliz Castillo.
José Rodríguez, compadre del herido fue quien lo ayudó a montarlo en una patrulla de Polilara donde fue trasladado hasta la emergencia el Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto. El día de la protesta Rodríguez le relató al diario local que los autores del disparo eran los funcionarios del FAES “no tenían que hacer eso con personas inocentes que solamente están exigiendo un derecho fundamental como es el gas, agua y luz”, declaró en ese momento el compadre.
El proyectil impactó al gandolero por la parte trasera del cuello y salió en la región maxilar. Ese mismo día funcionarios del FAES llegaron al centro asistencial estaban desesperados por saber dónde estaba el herido y sus datos, tenían la intención de dejarlo detenido, pero entre doctores y algún personal lo resguardaron.
Véliz Castillo se veía estable aunque el proyectil había ocasionado una lesión en la cervical que según diagnóstico médico quedaría parapléjico y en vista de haber presentado una mejoría y tras pasar cinco días hospitalizado, fue dado de alta. A los días regresó una vez más al centro asistencial estaba sangrando al momento de defecar.
Una vez que fue evaluado por los médicos en el Antonio María Pineda fue intervenido porque tenía una ulcera la cual se había perforado y según una fuente interna del Hospital explicó que aunque la ulcera era de vieja data la misma se afectó por el tratamiento que fue indicado para la recuperación del disparo; los medicamentos indicados fueron analgésicos y antibióticos eran suministrados vía oral y estos debían ser endovenoso. Familiares del herido que no quisieron identificarse expresaron que una vez que lo operaron no se recuperó como esperaban, tenía la hemoglobina en 7,1 al ser intervenido y al salir del quirófano bajó a 6,8 y aunque requería sangre las transfusiones no se hicieron sino hasta la noche del 20 de abril.
Véliz Castillo debía estar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pero no había cama, los médicos solicitaron un respirador artificial pero no fue utilizado, así mismo todo lo que requirió durante su hospitalización fue pedido a los familiares, aunque se hicieron todos los esfuerzos posibles en horas de la mañana del domingo 21 de abril falleció.
La familia del gandolero quien tenía temor por lo sucedido, manifestaba que habían sido funcionarios del FAES quienes dispararon y aunque en un principio estuvieron dispuestos a denunciar, el temor pudo más que ellos prefirieron callar ante la justicia.
La víctima fatal fue certificada como una muerte natural y su familia se negó a que le fuese practicada una autopsia. Véliz Castillo es la cuarta víctima en fallecer en contexto de protesta en Lara.
Tres muertos en un día
Cuando se registró el primer apagón nacional la región larense fue uno de los sitios donde más tardó en restituirse el servicio y fueron cinco días de oscuridad, la desesperación por la falta de comida, agua y ninguna respuesta de cuando se solventaría el problema, causó molestia en muchos sectores quienes desde el tercer día y de forma espontánea salían a cerrar las calles y protestar, en algunas zonas fueron hasta reprimidos por funcionarios de la GNB y FAES, hasta colectivos armados se pudieron ver. Estas protestas trajeron consigo tres fallecidos en un solo día.
Fue el lunes 11 de marzo cuando en una de esas protestas los ánimos se caldearon, los residentes de la Las Acacias se comenzaron a reunir por la avenida principal de La Mata de Cabudare, municipio Palavecino. Luis Alberto Materán Ojeda (31) quien vive por la zona salió de la pieza en donde vivía alquilado junto a su esposa e hija, no sabía que estaban protestando, su intención era comprar mantequilla porque no quería comer arroz puro.
Cuando Materán Ojeda salió a la esquina se consiguió una batalla campal en plena avenida piedras iban y venían y justo en ese momento y según testigos salieron unos hombres armados de una frutera quienes dispararon. Un tiro en la pierna izquierda lo hizo caer al piso y uno de los hombres armados se acercó y le dio otro disparo en el abdomen.
En esa misma manifestación estaba Omar Enrique Velásquez (15) quien observaba que pasaba pero al ver que le habían disparado a Materán Ojeda corrió quiso salvar su vida pero en la siguiente esquina un proyectil le dio en la espalda.
Ambos heridos quedaron tendidos en el piso al menos por media hora, al ser auxiliados lo trasladaron hasta el ambulatorio de Cabudare y referidos hasta la emergencia del Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto, allí Materán Ojeada ingresó sin signos vitales mientras el adolescente fue operado y en horas de la noche murió.
En medio de un saqueo
La misma tarde del 11 de marzo al oeste de Barquisimeto se dio otra manifestación hacia Ruiz Pineda zona oeste de la ciudad en donde intentaron saquear una cooperativa de comida y terminaron haciéndolo con una licorería. La madre de Ángel de Jesús Reyes Rodríguez (23) quien estaba observando los hechos violentos se lo advirtió a través de un mensaje de texto, le pedía que se fuera a la casa y cuando el joven contestó e iba de regreso a su hogar desde el segundo piso de una vivienda dispararon y el proyectil impactó a Reyes Rodríguez en la clavícula, el joven fue trasladado hasta el Seguro Social Pastor Oropeza pero murió.
Estos tres hombres y un adolescente asesinados en Lara forman parte de los 52 fallecidos que se han registrados en protestas a nivel nacional.
Corresponsalía en Lara para Provea