En su discurso ante la fraudulenta Asamblea Nacional Constituyente que violando la Constitución juramentó a Nicolás Maduro como presidente por seis años más, el dictador no tuvo nada nuevo que ofrecer sino su ya desgatada propuesta de diálogo que bien sabemos no tiene ninguna credibilidad con este gobierno.

Todo indica que continuará con su empeñada política errada en materia económica que tendrá como consecuencia la profundización de la crisis social. La continuidad de Maduro y sus políticas  solo garantiza  seguir sometiendo a un intenso sufrimiento a millones de familias y que persistan las violaciones sistemáticas y generalizadas de los derechos humanos.

La orden que dio a la fraudulenta ANC para que sean liberados algunos presos políticos no es más que una consecuencia de la rebelión protagonizada por los presos políticos encarcelados en el Servicio Bolivarianos de Inteligencia Nacional (Sebin), que puso en mayor evidencia la cantidad de presos políticos existentes en Venezuela y los malos tratos a los cuales son sometidos, incluyendo prácticas de tortura. Maduro ha demostrado no tener ninguna voluntad política para conciliar y para rectificar. La libertad de los presos, que es una medida positiva, pretende además atenuar las criticas de la comunidad internacional que de distintas maneras viene solicitando la libertad de todos y todas las presas políticas.

Al reconocer ayer que el gobierno no lo está haciendo bien y que debe rectificar, vuelve a repetir lo que ya dijo en 2015 y 2016 cuando prometió «máxima eficiencia en la gestión publica» y las llamadas tres R nuevas “Rectificación Histórica, la Rebelión del Pueblo y el Renacimiento del chavismo socialista”. Desde esos ofrecimientos, por el contrario, se agudizó el colapso de los servicios públicos, la inflación pasó a la hiperinflación que hoy padece el pueblo, y el denominado renacer del chavismo significó por el contrario, terminar de enterrar la mayoría de las políticas sociales que se emprendieron en el gobierno de Hugo Chávez, y que varios de ellas fueron valorados en su momento como positivos por Provea.

Nadie puede creer en esas reiterativas promesas de rectificación de quien ha demostrado no tiene ninguna voluntad de corregir errores. Nadie puede creer en una supuesta voluntad de diálogo cuando simultáneamente descalifica a las fuerzas políticas de la oposición y se ofrece cárcel para algunos de sus dirigentes. Quién puede creer en la sinceridad de un dirigente político que conociendo las calamidades de la población se empeña en negar la cooperación internacional para atender la grave emergencia humanitaria que padece el pueblo. Maduro dinamitó toda confianza en un diálogo que pueda dar resultados positivos para el país.

Desde Provea ratificamos que con Maduro gobernando no hay solución a la crisis sino la profundización de los sufrimientos cotidianos de la población y mayor caos en el área económica y los servicios de salud, electricidad, agua, gas doméstico y transporte. Insistimos en la necesidad de organizar un amplio movimiento unitario que en la calle y mediante la protesta pacífica y creativa exija la renuncia de Maduro y con ello se abra la posibilidad de convocar a un proceso electoral con las garantías establecidas en la Constitución, creíble, transparente y donde los candidatos tengan igualdad de oportunidades.

Las organizaciones sociales y políticas democráticas del país debemos unir  fuerzas para avanzar hacia un cambio de gobierno y establecer políticas que permitan recuperar la economía, empezar a brindar mejor calidad de vida para la población, conceder a la población seguridad ciudadana y lograr el restablecimiento de las instituciones democráticas con funcionamiento autónomo e independiente.

Prensa Provea