El 21 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial y para el 2001, la Conferencia Mundial contra el Racismo elaboró un programa contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y la intolerancia, con la Declaración y el Programa de Acción de Durban para las reparaciones, justicia racial e igualdad para las personas afrodescendientes. Y aunque se han realizado muchos esfuerzos internacionalmente para eliminarlo, en la actualidad muchas personas siguen sufriendo de racismo y de discriminación racial.
Sobre el tema conversamos en esta oportunidad con la diseñadora, ilustradora, artista multidisciplinaria y activista antirracista y por los derechos humanos de las mujeres, niñas y adolescentes, Mima Cortez.
Mima es fundadora de la organización Todxs Podemos Ser, quienes se encargan de informar, divulgar y difundir contenido feminista. Es además lideresa de innovación social y coordinadora de País Fashion Revolution Venezuela.
“La importancia de visibilizar el racismo y la discriminación racial en el contexto específico de Venezuela ayuda a tumbar un poco ese discurso del mestizaje que niega las experiencias de las personas racializadas, y también demuestra cómo las vidas negras están siempre detrás de las cortinas del mainstream en todos los aspectos.
Mientras más personas puedan comprender el racismo y cómo nos afecta a las personas racializadas se podrá generar una mejor gestión de los activismos, desde una perspectiva que esté interceptada, no solo por la violencia sexista o de género, sino también por la raza y la clase social. Muchas personas no se han cuestionado por qué existe el prejuicio de la persona racializada que es pobre.”
¿Podrías explicarnos un poco más sobre esto?
He podido entender que estamos muchísimo más abajo como grupo social por el hecho de que nuestros ancestros fueron esclavos, personas que no tenían derecho a la propiedad, personas que vivían desde los recursos de otros y cuando comenzaron este proceso de eliminar la esclavitud estas personas pasaron de vivir en casas de sus esclavistas a no tener nada y comenzar a valerse por sí mismos, por eso algunas personas negras continuaron después de la esclavitud dentro de estos hogares.
Es necesario entender que hay una historia detrás de esa oración simplista que nos reduce al solo hecho de haber sido traídos como esclavos.
¿Podemos afirmar que sigue habiendo discriminación racial en Venezuela?
Sí existe, en una medida mucho más grande de lo que pensamos y somos capaces de entender. Se ha normalizado y el mito del mestizaje de toda esta mezcolanza de raza nos ha llevado a un espacio gris en la conversación antirracista, donde las personas no racializadas invalidan nuestros argumentos, haciendo gaslighting de nuestras experiencias de vida y de nuestras necesidades como grupo vulnerable, mientras que las personas racializadas estamos debatiendo y luchando a diario con las distintas situaciones de discriminación que atravesamos.
Sufrimos de discriminación en el espacio laboral, en los círculos sociales, incluso dentro del espacio público cuando somos las mujeres y los hombres racializados quienes recibimos, por ejemplo, más violencia de parte de los cuerpos de seguridad, donde se nos imponen ciertos prejuicios en base a nuestra raza. Pero la cultura venezolana es una cultura que se aúpa de negar las realidades que son más importantes determinar para tener la evolución que necesitamos como sociedad.
Entonces sí, efectivamente la discriminación racial existe, solo que está tapada por un velo que no deja que la población vea cuales son los vestigios y las consecuencias que esta discriminación trae a las personas racializadas.
¿Cómo nace Todxs Podemos Ser?
Todxs Podemos Ser nace en el 2021, luego de un proceso de introspección que atravesé en el año 2020 durante la pandemia, donde pude ver mi vida desde otras perspectivas, como la social y mi propia existencia dentro de la sociedad.
Desde todos estos cuestionamientos, dudas o planteamientos nace la idea de inaugurar un espacio donde pudiésemos visibilizar todas aquellas cosas que nos atraviesan como mujeres. La primera perspectiva de Todxs Podemos Ser no fue antirracial, porque ni yo misma entendía todo este tema de la discriminación y del trato diferenciado que tenemos las mujeres racializadas en Venezuela y en el mundo. Fue durante el camino mientras fui aprendiendo dentro de los temas del feminismo que entendí que es necesario establecer un discurso y una narrativa antirracista con enfoque de género y clase dentro del discurso del feminismo que manejamos hoy.
Hacemos artivismo porque consideramos que es la manera más efectiva de transmitir estos mensajes que son difíciles de digerir. Entonces sentimos que el arte es una herramienta universal que toca ciertas sensibilidades que no podemos atravesar desde las palabras. Todxs podemos ser tiene este año una meta de ampliar la diversidad de las personas que le componen para construir un discurso inclusivo que tenga otros aspectos más allá del mismo género.
Luego de entender la necesidad de establecer una narrativa antirracista ¿qué trabajo has venido realizando con respecto a este tema?
Desde Todxs Podemos Ser trabajamos la perspectiva antirracial que viene dada desde mi perspectiva, porque soy la persona racializada dentro del equipo. Sin embargo, este año nos ha permitido expandirnos y crecer desde una convocatoria que hicimos en el 2022 y este año esperamos que nuestro grupo se llene de diferentes experiencias de vida que estén atravesadas por la raza para tomar sus aprendizajes, necesidades e inquietudes y traducirlas a lo que creemos que es este meta relato del feminismo antirracial dentro de las redes sociales.
Desde mi espacio como individualidad, fui parte de la promoción de Jaguares de Creadores Camp en 2022, que es una iniciativa que reúne a mujeres y personas no binarias alrededor de Latinoamérica para darles formaciones dentro del feminismo y herramientas para la creación de contenidos digitales. Este espacio me permitió potenciar las ideas que traía en cuanto al antirracismo y me ayudo a darme cuenta de que es necesario abrir el espectro para tocar este tema, que muchas veces es abordado desde una perspectiva siempre de la revictimización, reproduciendo estas narrativas que se construyen en el imaginario negro de las personas racializadas. Tome todas las herramientas que me dieron y cree un fanzine audiovisual que llame “Memoria negra”, que en el primer arranque se trató de mis experiencias personales del racismo durante toda mi vida, mientras desarrolle este proyecto pude conectar con otras mujeres racializadas de Venezuela que compartían sus testimonios conmigo y que yo sinteticé, respeté y valoré a través de la creación de ilustraciones y videos en formato reel, para intentar sensibilizar a las personas con respecto a las experiencias de vida de nosotras las mujeres racializadas.
En este momento estoy intentando construirme de la mejor forma en conocimiento para poder trascender de lo que yo conozco y de lo que yo percibo del tema antirracista a las demás personas que me acompañan tanto en mi vida cotidiana como en los proyectos que llevo a cabo.
¿Cómo entendemos el imaginario negro de las personas racializadas y cómo abordar el antirracismo desde una perspectiva que no revictimice?
El imaginario negro de las personas racializadas se comprende siempre desde la revictimización, que se ha construido a partir de los prejuicios raciales de estas figuras en el imaginario. Las figuras de las personas negras que están directamente asociadas con la pobreza, la marginalidad, la delincuencia, con lo oscuro, lo prohibido, incluso con lo exótico, lo erótico y lo esotérico. Hay que entender que el imaginario negro ha sido una mezcolanza muy influida por las narrativas europeas y norteamericanas en el caso de la latinidad que vivimos. Este imaginario evidentemente y hasta el día de hoy se refuerza desde las instituciones, es decir, este imaginario trasciende hasta las instituciones las cuales ejercen sobre nosotros las personas racializadas, violencia y abusos desde su postura de poder.
También puedo decir que el imaginario negro está en búsqueda de una transformación de sí mismo, una narrativa que quiere deconstruirse y construirse desde nuestras propias experiencias. La revictimización es un espacio gris que podemos evitar de muchas formas, muchas veces y sin darnos cuenta, incluso cuando nuestras intenciones no son el hacerlo, porque las narrativas van mucho más allá de las palabras, tienen que ver con las estructuras de nuestros pensamientos, las líneas que rigen la construcción de estos pensamientos, de nuestros conceptos, en cada uno de nuestros seres.
¿Cómo no revictimizar? Enalteciendo el poder de la resistencia, abrazando y más nunca invalidando el relato de las personas racializadas que tienen que ver con sus experiencias de vida. Si bien es cierto que Venezuela tiene una diversidad racial en su población, también lo es que el discurso y todo lo que se teje a través de la negritud, tiene una connotación todavía muy colonial. Muy de superioridad de razas, de la determinación de las actitudes de una persona por los prejuicios que se levantan en contra de su imagen.
Debemos manejar el discurso desde la amabilidad, enlazarnos con emociones y sentimientos más nobles que nos aleje un poco también de esa violencia que se nos atribuye a las personas racializadas, de ese supuesto resentimiento que tenemos todas las personas racializadas. Debemos ser compasivos, empáticos y levantar la voz desde el espacio de la conversación para lograr acuerdos, obtener soluciones y no seguir señalándonos y culpabilizándonos entre nosotros mismos.
En tú trabajo para intentar sensibilizar a las personas sobre el tema, ¿cuáles resultados has obtenido?
Me he dado cuenta que lo que yo había vivido y que yo catalogaba como una experiencia de vida única era más bien una experiencia de vida colectiva, si bien es cierto que no todas las mujeres tenemos las mismas vivencias, las mujeres racializadas compartimos ciertas situaciones y escenarios a lo largo de nuestras vidas que nos violentan de las mismas formas y desde los mismos discursos.
Noté que la mayoría de estas mujeres entienden lo que es el concepto de raza desde muy niñas, aun cuando no lo saben desde la rigurosidad epistemológica, pero sabemos como niñas negras que nuestra imagen y la percepción de nuestra imagen no es igual a la de las niñas no racializadas.
También pude notar que el desarrollo o la construcción de nuestro ser como mujeres racializadas, está muy sujeto a lo que hemos vivido a lo largo de nuestra infancia y de como las otras personas nos han hecho ver a nosotras mismas, es decir, lo que nos decimos, lo que forja nuestra autoestima, lo que abraza esa individualidad y eso que creemos del ser única esta casi siempre influido por lo que nos decían en casa, por lo que vivimos en las escuelas, incluso por lo que otros niños nos decían a nosotras. Las respuestas que he tenido se han basado en un espacio de agradecimiento, las mujeres que me he encontrado a lo largo de este proyecto me han agradecido el interés por visibilizar algo de lo que ellas y yo misma siento que nadie está hablando, más allá de dar cifras y de meter el tema del racismo en una dicotomía de su existencia o no.
Nos has dicho que ahora entiendes que has sufrido de racismo y de discriminación durante toda tu vida, ¿cómo te sientes reconociéndolo?
Ha significado un proceso doloroso, sin satanizar al dolor, al contrario, siento que hablando del ser humano debemos permitirnos sentir y sentir lo que nos va a ayudar a trascender en los pensamientos o en los espacios mentales en los que nos han limitado de desarrollarnos plenamente.
Me he sentido también sola en este proceso de descubrirme como víctima de racismo o de violencia estética durante toda mi vida. Me he sentido incomprendida, invalidada, incluso en los espacios que ahora ocupo dentro del feminismo y del activismo. Todavía me siento como en un desierto, como parada en medio de todo con una verdad que sostengo y que es casi tangible para el mundo y que aún se sigue negando en mi cara lo que ha sido mi realidad.
También ha sido un espacio de reflexión y de búsqueda de conocimientos más allá de lo que he aprendido toda mi vida, digamos dentro del contexto de la escolaridad y ya luego en la universidad y otros estudios, he intentando acercarme a esa historia negra que en el caribe se reduce a cuando los españoles trajeron a las personas negras a través de la trata trasatlántica, he querido entender un poco que construye nuestra cultura, como la diáspora nos da latigazos de forma un poco más dura por ser mujeres negras y sobre todo de mirarme como un reflejo de lo que la sociedad tiene para otras mujeres racializadas.
Danielly Rodríguez