Activistas y defensores de derechos humanos manifestaron pacíficamente frente a la sede del Ministerio Público, Caracas, la mañana de este lunes 8 de febrero para exigir la liberación de los cinco trabajadores humanitarios de la organización Azul Positivo, quienes fueron detenidos arbitrariamente el 12 de enero a manos del DGCIM de Maracaibo.
Pintados de azul y con carteles junto a la consigna “Nos Faltan 5” fue como se se realizó la manifestación pacífica en Caracas. Con esta protesta se busca que las autoridades presten atención a esta dramática situación y liberen a Johan León, Yordy Bermúdez, Layners Gutiérrez Díaz, Alejandro Gómez y Luis Ferrebuz.
Recordemos que los trabajadores humanitarios de Azul Positivo permanecen bajo medida preventiva de privativa de libertad desde un supuesto procedimiento administrativo por el trabajo humanitario de la ONG en comunidades del Zulia. Por este trabajo humanitario que forma parte del programa de respuesta humanitaria de Naciones Unidas (ONU) los acusaron de los presuntos delitos de “manejo fraudulento de tarjeta inteligente, legitimación de capitales y asociación para delinquir”.
Azul Positivo es una organización socia de la ONU, el trabajo que realizaba Azul Positivo se regía por los principios de igualdad, independencia y solidaridad coordinados por organizaciones de la ONU como OCHA (la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios) ACNUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados) y ONUSIDA (El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida).
Dramática situación
El trabajo de Azul Positivo era muy importante en las comunidades del Zulia, desde 2015 atendieron a más de 43 mil personas mediante entrega de comida y tarjetas con propósitos alimentarios, atenciones médicas gratuitas, talleres, pruebas de detección de VIH, entre otros.
Todas estas actividades eran gratuitas para ayudar a los más vulnerables, personas que en la actualidad quedaron desprotegidas sin el apoyo de Azul Positivo, la ONG es la única que brinda esta clase de asistencia en las comunidades del Zulia, no tienen sustitución o apoyo de otra institución pública o privada de la entidad.
Sumado al abandono de las comunidades, también se agrega que los cinco trabajadores presentaron dificultades de salud y presuntos síntomas de COVID-19. Tras presión de diversas ONG de Venezuela, los activistas fueron trasladados a un centro de salud, pero de nuevo los trasladaron hacia la sede del DGCIM, donde permanecen detenidos a la espera de juicio o su liberación.
Patrón de persecución
La detención de los activistas de Azul Positivo marca un precedente histórico en Venezuela tras ser la primera detención de trabajadores de una organización humanitaria. Con esta detención se consolida el patrón de persecución y criminalización de las ONG venezolanas y la sociedad civil.
Solo en 2020, la fundación Prepara Familia, la ONG Acción Solidaria, la asociación civil Convite, Alimenta la Solidaridad y Caracas Mi Convive fueron víctimas de visitas policiales, detenciones, allanamientos y hostigamiento. En los casos anteriores los trabajadores no permanecieron detenidos, en el caso de la fundación Alimenta la Solidaridad y Caracas Mi Convive sus cuentas bancarias fueron bloqueadas tras tener comedores en comunidades de Caracas.
Incluso Provea ha sido víctima de amenazas y discursos de odio por parte de personalidades y funcionarios del alto gobierno de Nicolás Maduro. En enero de 2021 Diosdado Cabello volvió a arremeter contra nuestro trabajo, criminalizando el derecho a la cooperación internacional y amenazando con una presunta investigación contra nuestro Coordinador General, Rafael Uzcátegui.
Recordemos que luego de las constantes menciones y ataques del Gobierno de facto de Maduro contra nuestra organización, Provea fue incluida en el Informe del Secretario General de Naciones Unidas sobre represalias por cooperar con la ONU.
El mismo Secretario General de Naciones Unidas, a través de su Secretaría General, hizo un llamado urgente para pedir la liberación de los cinco trabajadores de Azul Positivo “Estamos profundamente preocupados por la detención de los 5 trabajadores humanitarios de Azul Positivo” declaró. Exhortando a respetar el trabajo de las organizaciones humanitarias y de la sociedad civil.
Desde Provea reiteramos la necesidad de respetar el debido proceso y detener la persecución y criminalización contra las organizaciones de la sociedad civil. El trabajo humanitario no es delito, los cinco trabajadores de Azul Positivo merecen libertad para continuar con su labor indispensable para quienes más lo requieren. Cientos de comunidades quedan desprotegidas por esta situación, ellos necesitan poder ayudar.
Prensa Provea con información de Codhez