En vastas áreas del sur de Venezuela, guerrillas colombianas, sindicatos criminales y fuerzas de seguridad venezolanas compiten por el control de las minas de oro, las cuales proveen fondos al acorralado gobierno del presidente Nicolás Maduro. Las fuerzas extranjeras deberían dejar de considerar la intervención militar y, en su lugar, ayudar a negociar una transición pacífica en Venezuela, de lo contrario el desenlace puede ser caótico.


¿Qué está pasando? Los sindicatos criminales de Venezuela y los grupos guerrilleros de Colombia vienen generando nuevas amenazas en el sur de Venezuela en su competencia por el control de los lucrativos recursos minerales de la región. Las tensiones y la violencia se han disparado en los últimos meses y podrían empeorar en medio de la crisis presidencial de Venezuela.

¿Por qué sucedió? La crisis económica actual ha llevado a muchos venezolanos empobrecidos a trabajar en el sector de la minería ilegal. Actores armados estatales y no estatales, dentro de los cuales resaltan las guerrillas colombianas, también se han expandido en esta región rica en recursos. El rápido declive en la producción de petróleo ha convertido la minería de oro en una fuente vital de ingresos.

¿Por qué es importante? La presencia de crimen organizado y grupos guerrilleros perjudica a las comunidades, desvía los escasos recursos y dispara las tasas de homicidio. Su expansión y operaciones transfronterizas, especialmente hacia Colombia, son un riesgo para la estabilidad de la región en un momento de extrema incertidumbre enVenezuela.

¿Qué debe hacerse? Proveer ayuda humanitaria para las poblaciones afectadas, preservar las comunicaciones entre fuerzas armadas vecinas y reanudar los diálogos de paz con los insurgentes en Colombia son medidas primordiales a seguir. Las sanciones anunciadas sobre las exportaciones de oro son contraproducentes y se deben descartar a favor de una debida diligencia más sólida en el comercio de minerales.

Bogotá/Caracas/Bruselas, 28 de febrero de 2019

073-gold-and-grief-spanish

Crisis Group