El presente trabajo elaborado por el profesor de la Universidad Central de Venezuela José Gregorio Afonso es un aporte para estimular el debate sobre el papel que deben jugar las universidades frente a la emergencia de salud por el covid 19.

Expone las experiencias positivas en otros países y reflexiona sobre la relación universidades y el Estado venezolano ante la actual coyuntura.

Afirma el profesor Afonso: «El mundo y la región se benefician del aporte de la investigación que se produce en las universidades para afrontar la pandemia COVID-19 y de los planes y proyectos que posibilitan la migración de la educación presencial a modalidades no presenciales, mientras que en Venezuela no es posible advertir una política de Estado para fortalecer a las Instituciones de Educación Superior (IES) en esa dirección.

La crisis preexistente de las universidades venezolanas se ha mostrado a plenitud en medio de la pandemia. Pese a sus encomiables esfuerzos por mantener la actividad académica; las restricciones presupuestarias y jurídicas impuestas por el gobierno de facto, la emergencia humanitaria compleja que viven sus comunidades y el colapso de los servicios públicos indispensables para garantizar la docencia no presencial las limitan y hacen vulnerables».

Mas adelante señala: En las universidades venezolanas existen académicos con notable formación y experticia en materia de investigación aplicada y de gran impacto, así como institutos de investigación que brindan el andamiaje institucional para contribuir en esa dirección, sin embargo, eso no es posible sin financiamiento adecuado de parte del Estado y eventualmente el sector privado.

El desprecio del Estado venezolano a este capital humano y estos activos institucionales, se expresa en la inexistencia de recursos para la investigación y la ausencia de convocatorias a la comunidad de académicos para abordar temas relacionados con la COVID-19 en Venezuela, tanto en el escenario de la pandemia como ante las eventuales demandas que supone los procesos de restablecimiento parcial o total de la normalidad.

En la actualidad el presupuesto de las universidades públicas, se concentra entre un 80 y 87% en gastos de personal y el resto se limita a financiar un funcionamiento precario, por lo que investigación en la práctica se queda sin presupuesto.

Además de la precariedad presupuestaria, los eventuales recursos que podían obtener directamente los investigadores universitarios de las empresas privadas, a través de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación fueron, mediante una reforma a este instrumento legal, centralizados por el Estado.

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Universidad y pandemia