Washington, D.C. / Quito, Ecuador. – Ante los recientes acontecimientos en Bolivia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresa su profunda preocupación por la grave escalada de violencia en el marco de una crisis política y social en cuyo contexto se registró la renuncia del Presidente Evo Morales, cuyo mandato constitucional vencía el 22 de enero de 2020, así como de altos funcionarios de su gobierno.
Según la información publicada por la Defensoría del Pueblo, en el contexto postelectoral, tres personas habrían fallecido, 421 habrían resultado heridas y 222 habrían sido detenidas. Situación que se ha visto agravada por nuevos actos de violencia partidaria en la que se habrían registrado hostigamientos, saqueos, incendios de buses y edificios municipales. Asimismo, en las últimas horas se han registrado ataques y saqueos a residencias de personas privadas y de autoridades, incluyendo la del Presidente Morales.
La Comisión condena todo acto de violencia y hace un llamado al Estado a garantizar el respeto a los derechos humanos de todas las personas sin distinción alguna de su ideología, pertenencia política o cargo; muy especialmente hace un llamado a que se respete el derecho a la vida, integridad y libertad personal, así como la libertad de expresión. Al mismo tiempo, la CIDH extiende un llamado a los actores políticos y sociales a cesar todo acto de violencia por parte de organizaciones o movimientos ciudadanos. La Comisión recuerda la obligación del Estado de investigar y sancionar a los responsables.
Finalmente, la CIDH destaca la importancia de que la actual crisis política y social sea resuelta con apego a Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y por los canales democráticos para garantizar el pleno respeto al Estado de Derecho y a los derechos humanos de todas las personas.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.