La Comisión de Finanzas del parlamento venezolano informó este lunes que la cifra de inflación correspondiente al mes de junio se ubicó en 128,4%. Entrevistado por el portal de noticias Efecto Cocuyo, Alfonso Marquina, presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, dijo que la intención del Gobierno nacional de fijar precios acordados son “anuncios cosméticos” que no resuelven el problema de fondo. “Tener precios convenidos es imposible con una inflación diaria de 2,8%“, señaló. La comisión indicó que de acuerdo a sus cálculos la inflación acumulada respecto a diciembre de 2017 es de 4.684,3%.
Los pronósticos se quedaron cortos
En un informe titulado “La carrera de la reestructuración” publicado en septiembre de 2017, la banca de inversión Torino Capital advirtió que la tasa de inflación en Venezuela podría ubicarse en 5.325% a finales de 2018 si no se realizaban reformas económicas y se mantenía la crisis política que atraviesa el país. De acuerdo a los registros de la Asamblea Nacionala la inflación acumulada hasta el mes de junio de 2018 asciende a 4.684,3%, lo cual es un indicativo de que al cierre del período, la inflación de 2018 cerrará muy por encima de los pronósticos de la firma con sede en Nueva York.
En abril de 2017 el Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó la inflación anualizada en Venezuela para ese año en 720,5%, la más alta del mundo seguida por Angola con una proyección de 27,0%; Argentina con 25,6%; Sudán 23,2% y Egipto con 22% de inflación anual proyectada. El informe final de la Asamblea Nacional presentado en enero de 2018, situó la inflación del año 2017 en 2.616%, con una tasa de inflación de 85% sólo en el mes de diciembre de ese año.
Al día de hoy, Venezuela se sitúa como la cuarta economía con más inflación en la historia de América Latina desde el año 1970, solamente superada por Nicaragua en 1987 durante la presidencia de Daniel Ortega (13.109%); Bolivia en 1985 durante los mandatos de Hernán Siles Zuazo y Víctor Paz Entenssoro (11.749%) y Perú en 1990 durante la presidencia de Alan García (7.481%).
BCV e INE siguen callados
Desde el año 2015 el Banco Central de Venezuela (BCV) y el Instituto Nacional de Estadística (INE) dejaron de divulgar información oficial sobre pobreza e índices de precios al consumidor, obstaculizando el derecho a la información e impidiendo el ejercicio de la contraloría ciudadana, previstos en la Constitución Nacional.
De acuerdo a los Principios Rectores sobre la Pobreza Extrema y los Derechos Humanos aprobados por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas mediante la resolución 21/11, aprobada en septiembre de 2012, los Estados están llamados a crear un entorno propicio que facilite y promueva la capacidad de las personas, las organizaciones de base comunitaria, los movimientos sociales y las organizaciones no gubernamentales de combatir la pobreza y empoderar a las personas afectadas por ella para que reivindiquen sus derechos. Ello incluye poder contar con la información oficial sobre los avances, estancamientos y retrocesos en materia de lucha contra la pobreza, con el objetivo de poder generar consensos sobre la forma de aplicar las normas de derechos humanos en los esfuerzos por combatir la pobreza.
El fracaso del Plan de la Patria
El «Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019» conocido como «Plan de la Patria», oferta electoral del candidato Maduro en abril de 2013, y convertido en «Ley» de forma inconstitucional por la Asamblea Nacional en diciembre de ese mismo año, señala como su tercer objetivo histórico: «Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la Gran Potencia Naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en Nuestra América». En sus metas macroeconómicas, el Plan de la Patria una tasa de crecimiento promedio anual de entre 3,0% y 4,0% y una tasa de inflación promedio anual de 20%. En cuanto a la pobreza, la demagogia oficial estableció la meta para el año 2019: 15,00% de pobreza general y 0% de pobreza extrema.
Las metas del «Plan de la Patria» y su contraste con la realidad actual, reflejan el fracaso de una oferta engañosa de quienes hoy están aferrados al poder. Desde 2015 se vienen generando cifras históricas de inflación en Venezuela. En dicho período la inflación tuvo su nivel histórico más alto desde 1950, año en el cual el BCV comenzó a registrar dicho índice en el país. Maduro impuso entonces un nuevo record al superar los índices más altos de inflación que se habían registrado hasta ese momento y que correspondían a los años 1989 (81%); 1994 (70,8%) y 1996 (103,2%), períodos en los cuales se realizaron severos ajustes económicos.
La caída del ingreso y del poder adquisitivo de las y los trabajadores venezolanos como consecuencia de la espiral inflacionaria, ha generado un acelerado incremento de la pobreza, lo que a su vez se ha traducido en mayores dificultades, sobre todo para la población más pobre y en situación de vulnerabilidad, para la satisfacción de sus necesidades alimentarias. De acuerdo a la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) el 87% de los hogares venezolanos se encontraban en situación de pobreza para el mes de diciembre de 2017. Del total, el 25,8% de los hogares estarían en situación de pobreza, y el 61,2% en condición de pobreza extrema, cifras muy lejanas a la promesa del candidato Maduro en su «Plan de la Patria».
Desde 2015 se vienen generando cifras históricas de inflación en Venezuela. En dicho período la inflación tuvo su nivel histórico más alto desde 1950, año en el cual el BCV comenzó a registrar dicho índice en el país. Maduro impuso entonces un nuevo record al superar los índices más altos de inflación que se habían registrado hasta ese momento y que correspondían a los años 1989 (81%); 1994 (70,8%) y 1996 (103,2%), períodos en los cuales se realizaron severos ajustes económicos.
Los compromisos asumidos por el Estado venezolano en la Declaración de Nuevo León de 2004, dirigidos a la búsqueda del crecimiento económico sostenido y equitativo “que contribuya al desarrollo de largo plazo, reduzca la pobreza, elimine el hambre y eleve los niveles de vida de la población”, se han convertido en una quimera en el actual contexto que se ha configurado como una Emergencia Humanitaria Compleja.
Hoy, con más venezolanos en situación de pobreza y hambre que en el año 1997 y con la mayor inflación de toda nuestra historia, el fracaso del «Plan de la Patria» es estruendoso. Quienes pretenden aferrarse al poder a costa de lo que sea, condenan diariamente a cientos de miles de familias venezolanas al hambre y la pobreza, en una situación que pudiera ser calificada como trato cruel debido al severo impacto que genera en la integridad física y psíquica de los afectados, y dada la indolencia gubernamental frente a los padecimientos de la gente.
Prensa Provea