Más de un mes llevan cerca de 400 venezolanos a las afueras de la embajada de Venezuela en Chile. Esperan que un vuelo humanitario los regrese de vuelta al país del que salieron en busca de un mejor futuro. La mayoría de ellos quedó sin empleo, sin techo y sin alimentos en medio de la pandemia por la aparición de la Covid-19. Aunque la embajada está abierta, no han recibido ninguna respuesta de las autoridades venezolanas. El pasado 1 de junio, un ciudadano venezolano falleció en uno de los albergues habilitado para atenderles, estaba a la espera del resultado de la prueba PCR por Covid-19
Emmanuel Rivas/Caleidoscopio Humano
Chile. 05.06.20 La crisis generada tras la aparición de la Covid-19 ha tomado por sorpresa al mundo entero. En cuestión de meses grandes economías han tambaleado, millones han enfermado y otros miles han perdido la vida por la pandemia que se conoció a finales de diciembre en Wuhan, China; y que en menos de 6 meses ha dejado ver el lado más sensible y doloroso de la humanidad.
Latinoamérica no escapó a la crisis médica mundial y hoy es el centro de la enfermedad. Cerca de 1.000.000 personas han contraído la Covid-19 y más de 50.000 han fallecido. Pero, detrás de esta crisis sanitaria surgen otros episodios de la pandemia que no son sólo estadísticas de contagios y muertes: Hambre, desempleo y desolación.
Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional no son muy alentadoras, situando la crisis generada por el coronavirus peor a la de la gran depresión de los años 30. En este panorama entran los millones de venezolanos que producto de la Emergencia Humanitaria Compleja, han tenido que salir del país en busca de mejores oportunidades y quienes convirtieron a muchos países de América Latina en los principales receptores del mayor éxodo de migrantes del continente.
Hoy miles de estos venezolanos quedaron sin empleo, sin un techo y lo más grave; sin alimentos. Están a la deriva, a la Ley de Dios.
En Chile, desde hace más de un mes, se han ido sumando venezolanos a un “campamento” improvisado a las afueras de la Embajada de Venezuela. Ya son casi 400 connacionales que duermen en las aceras de la calle Bustos, de la comuna de Providencia, al oriente de Santiago. Estas personas decidieron pasar la noche a las afueras de la embajada, para exigir a las autoridades que implemente un vuelo humanitario que les permita regresar al país del que un día salieron huyendo de la crisis y al que hoy, otra crisis los obliga a regresar.
“Somos muchos más los venezolanos que necesitamos regresar a nuestro país, aquí no tenemos trabajo, estamos prácticamente en la calle porque no tenemos ni para comer, mucho menos para pagar un arriendo (…) tampoco para enviar dinero a nuestras familias en Venezuela, quienes dependen de lo que nosotros desde el extranjero podemos enviarles”, señaló uno de los afectados.
Ailín llegó hace algunos meses a Chile buscando mejores condiciones de vida para ella y su pequeña hija de 3 años; sin embargo, el día de hoy se encuentra sin nada, “la poca comida que tenemos es porque vecinos chilenos y venezolanos nos la han dado para que podamos estar aquí (en la embajada) esperando alguna respuesta (…) solicitamos la ayuda del presidente Sebastián Piñera y de Nicolás Maduro. Dejen las diferencias a un lado y ayúdennos, solo queremos regresar a nuestro país”.
En el lugar no sólo se cuentan hombres, mujeres y personas mayores, también conviven a la intemperie al menos 50 niños y niñas en edades que van a partir de los 5 meses, por lo que es común escuchar en la madrugada el llanto desgarrador e inconsolable de muchos de pequeños que sufren por las bajas temperaturas que se registran en Chile, propias de la temporada de otoño.
Nelson Lozano, entre lágrimas, afirma que en este momento para ellos es mucho más importante estar con el grupo familiar, “nos hemos visto obligados a reflexionar bastante y, a pesar de los problemas económicos que tiene nuestro país, somos venezolanos, somos trabajadores y sabremos salir adelante (…) Lo que más quiero en este momento es estar con mis hijas, con mi familia”.
Lo que se vive a las afueras de la embajada de Venezuela es desgarrador, señala Guarequena Gutiérrez, embajadora de Venezuela en Chile designada por el presidente de la Asamblea Nacional y Presidente Interino de Venezuela, Juan Guaidó.
“Es el régimen quien tiene el control del espacio aéreo, de los aeropuertos y de la flota aeronáutica, sin embargo no ha dado ninguna respuesta a la legítima solicitud que están haciendo los venezolanos a las afueras de la embajada (…) la mayoría de quienes están ahí se han quedado sin trabajo; sin un ingreso económico que les permita estar en Chile y cubrir sus necesidades básicas de vivienda y alimentación”, destacó Guarequena Gutiérrez, quien lamenta que el vuelo humanitario que los venezolanos demandan y necesitan; “no tenga fecha”; y que por el contrario, cada día sean más y más quienes se encuentran en esta condición.
“Hemos estado conversando con varias de las personas que están a las afueras de la embajada. No les han faltado alimentos, frazadas (cobijas) ni ropa de invierno; sin embargo, de acuerdo a como van pasando los días, estas donaciones tienden a bajar producto de la cuarentena obligatoria que limita el tránsito en la capital chilena (…) también hemos apoyando a muchas de las organizaciones que están trabajando para ayudar a nuestros hermanos a través de la canalización de donaciones que permiten, en medio de la situación, ofrecer un alivio a nuestros connacionales”.
De acuerdo a Guarequena Gutiérrez, son al menos 350 venezolanos los que diariamente pernoctan a las afueras de la representación diplomática, cifra que se duplica durante el día; cuando otros venezolanos se pliegan a las exigencias de repatriación a la vez que buscan alimentos, medicinas y abrigo.
Los representantes de Nicolás Maduro en Chile, encabezados por el embajador Arévalo Méndez, no han dado ninguna respuesta; tampoco han hecho declaración alguna en relación a la petición que desde hace más de 30 días realizan los venezolanos a las afueras de su oficina.
Es importante destacar que estos cientos de venezolanos están sometidos no solo a la intemperie y a las inclemencias climáticas. En Chile, diariamente las cifras de contagios por Covid-19 están aumentando de manera exponencial, sobrepasando, al día de hoy, los 122 mil contagios, de los cuales, un importante número son casos asintomáticos y de libre circulación, lo que expone a quienes se encuentran en espera de un vuelo humanitario y que no cuentan con las condiciones sanitarias óptimas para un lavado de manos regular y tampoco pueden cumplir un distanciamiento social adecuado.
Organizaciones sociales, sedes parroquiales y autoridades municipales han albergado a un importante número de personas, principalmente niños, niñas, mujeres embarazadas y personas mayores. El Liceo Arturo Alessandri Palma, es uno de los albergues dispuesto por las autoridades municipales de la Comuna de Providencia para atender a los más vulnerables, en este lugar el pasado 1 de junio falleció un ciudadano venezolano de 40 años y, aunque el reporte médico indicó que murió producto de un paro cardiaco, se pudo conocer y confirmar, que el ciudadano estaba a la espera del resultado PCR para Covid- 19 pues, en los últimos días había presentado sintomatología propia del virus.
Caleidoscopio Humano de manera responsable, realiza un llamado a las autoridades competentes a solucionar esta situación de los venezolanos, no solo de quienes están en Chile si no en los demás países de la región. La situación de los venezolanos en el extranjero no responde a intereses políticos, es una crisis humanitaria que requiere de ayuda y apoyo, pero, sobre todo, requiere de autoridades comprometidas con su bienestar, que les garanticen sus derechos dentro y fuera de nuestras fronteras.