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Gioconda Espina

El próximo 28 de septiembre se cumple un año de la exitosa marcha de mujeres por la eliminación de los artículos del Código Penal vigente que considera el aborto un delito, excepto cuando esté en peligro la vida de la madre.

Lo más importante de los meses previos a la Ruta Verde — de la Plaza Morelos a la AN– fueron las reuniones cada 2 viernes, así como varios foros sobre el tema en Venezuela (organizados por Comadres Púrpuras y CEM de la UCV) y otros países que están en la misma lucha, preparando de esa manera la convocatoria y participación UNITARIA de las feministas del país con opiniones políticas distintas en otros temas.

En esas actividades previas se veía que las feministas chavistas N0 se iban a sumar, más allá de las RRSS –que aguantan todo y no suben cerro sino Iphone– a la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo. N0 quieren tocar a los “aliados evangélicos” en la AN y N0 quieren perder votos en los barrios del país donde las diversas iglesias evangélicas y católicas son más fuertes que el gobierno. Así mismo lo decían en las reuniones preparatorias. Y lo ratificaron al final de la marcha en una asamblea en el Nuevo Circo de Caracas donde, por cierto, no fueron convocadas a tiempo la mayoría de las mujeres de la oposición (al protestar yo, convocaron a unas pocas la noche anterior a las 9 pm; desde luego, no asistieron).

En esa asamblea recordé que ya en 1981 se había planteado en el Congreso la despenalización en cuatro causales, propuesta por la Federación Médica Venezolana, un objetivo que deberíamos superar 40 años después, cuando el PSUV tiene una mayoría parlamentaria que la izquierda no tenía en 1981, cuando AD-COPEI votó en contra. También las remití al ejemplo que acababan de dar las argentinas, que aprobaron la Ley IVE en plena pandemia en diciembre de 2020.

Por cierto, tuve el apoyo de algunas chavistas feministas históricas, como María Centeno, y otras que no conocía yo, por jóvenes y porque viven en el interior de la República. Pero se impuso la línea del miedo electoral, que expuso Daniela Inojosa (Tinta Violeta), una línea que este marzo de 2022 corroboré que es la misma línea que comparte la diputada por el PSUV Asia Villegas, quien preside la Comisión de Familia y Cultos (sí, leyó bien, religiones) y que por esta razón N0 participó en la Ruta Verde.

Las feministas chavistas no han dejado de publicar por sus RRSS una y otra vez las fotos y consignas del año pasado, cuando preparábamos la marcha y la solicitud a la AN sobre el Código Penal. Ese es una de las trampas de las RRSS, todo el mundo las usa también para mentir y hacer que parezca que no se ha abandonado la calle cuando, ni siquiera, han intentado reunirse con todas las que organizamos y convocamos la Ruta Verde ahora definitivamente marchita. Lo que de verdad estaban haciendo solitas, en tienda aparte, desentendiéndose de la unidad del año pasado, era un proyecto de Ley de Derechos Sexuales y Reproductivos. La anunciaron Tinta Violeta y Cedesex por las RRSS porque, seguramente, van a meterla en la AN el próximo 28 de septiembre. Al fin y al cabo tienen que justificar su existencia ante los diputados de su partido y sus “aliados” evangélicos que, como recordó Jorge Rodríguez al instalar la AN, también están entre los diputados del PSUV.

El proyecto no plantea algo que no prevean la Constitución del 99 y los convenios internacionales, al tiempo que da satisfacción a la decisión del PSUV sobre el tema.

Así, el artículo 2 prevé: a. Garantizar el acceso efectivo a una amplia gama de métodos anticonceptivos modernos incluyendo la anticoncepción de emergencia. b. Garantizar el acceso efectivo a insumos para la gestión menstrual, cuando todas las mujeres sabemos que ni los métodos anticonceptivos son ofrecidos por los hospitales públicos ni las toallas, tampones y copas son accesibles económicamente a todas.

c. Propone el proyecto lo que el gobierno no han podido garantizar en 23 años, esto es, las condiciones para un embarazo deseado, sin riesgos ni coacción de las parejas, y para una maternidad segura e informada y un parto respetuoso y humanizado. Así como d. Promover el derecho a la información sexual veraz, científica, eficaz y confiable para prevenir el embarazo no planificado (o inseguro, dicen más adelante), especialmente a temprana edad y en la adolescencia.

Por último, la lista de buenos deseos (“que no preñan”, como se sabe) incluye e. Garantizar el acceso al aborto seguro, gratuito y de calidad en los casos que esté legalmente permitido. Es decir, estas redactoras tan revolucionarias ni siquiera plantean las causales de la FMV de 1981, sino que se amarran al Código Penal vigente que, con algunas reformas, es el texto aprobado en 1926, cuando JV Gómez. 

Una última cosa: eliminan la discriminación por razones de sexo, junto con las otras razones, desconociendo todo tipo de discriminaciones a lo largo de la historia sólo por el hecho de que una persona sea mujer, independientemente de su clase, etnia, edad y orientación sexual. Esta omisión, lo digo al pasar, N0 es inocente y tiene que ver con la actual diatriba feminismo vs lgtibq+.

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