Eduardo Torres | El actual régimen nos trajo hasta una emergencia humanitaria. De forma criminal la provocó para intentar ponernos de rodilla y perpetuarse en el poder sobre el hambre, la miseria, la represión y la muerte de venezolanos. Esta situación va llegando a su fin.
El Presidente de la Asamblea Nacional Juan Guaido ha dicho que asume el mandato dado por la Constitución; con el apoyo del pueblo venezolano, la comunidad internacional y las Fuerzas Armadas.
Venezolano, tú que has resistido y te mantienes en las calles exigiendo tus derechos -trabajadores, campesinos, profesionales, gremios de la salud y la educación, jubilados y pensionados- apoyemos a Juan y a la Asamblea Nacional, representan la institucionalidad y son la vía para constituir un gobierno de transición. Rescatar a Venezuela y mejorar las condiciones de vida es responsabilidad de todos. Recuperemos la confianza en nuestras propias fuerzas. Superemos los temores, demos paso a la esperanza y la reconciliación de la familia venezolana. Este 23 de enero seamos protagonistas de la gesta ciudadana emancipadora que ha comenzado hasta salir de la dictadura.
A la comunidad internacional le decimos que actuamos apegados a nuestra Constitución. A los países que han desconocido al gobierno de facto les agradecemos el apoyo.
Fuerza Armada Nacional, los civiles diferenciamos entre la cúpula militar que junto a una mafia ha saqueado las riquezas de la República y por otro lado, a la mayoría de hombres y mujeres de armas que conforman los diferentes componentes y organismos de seguridad del Estado.
A la cúpula militar y a quienes le sigan, le alertamos que las violaciones a los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad no prescriben y la responsabilidad penal es personalísima, no valdrá la excusa de recibir órdenes superiores.
Militares venezolanos, es hora de defender al pueblo. Cumplan con lo ordenado por el 328 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Todos los venezolanos, civiles y militares, tenemos el deber de desconocer al gobierno de facto, no podemos permitir que sigan haciendo daño a los niños, adultos y ancianos de Venezuela. El mandato de la Carta Magna es claro, desconocer a quien desde Miraflores abandonó la democracia y vulnera los Derechos Humanos.
En la Declaración Universal se considera que si los Derechos Humanos no son protegidos por un régimen de derecho, debemos asumir el supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión. Es la hora de la organización y la unidad superior. ¡A LA CALLE EL 23 DE ENERO!