Jessica Duhan | En fecha 08.09.2017 la sociedad civil y de Johonnys Hernández obtuvieron un logro importante para el derecho a la salud en Venezuela. No de parte del gobierno venezolano, sino de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que le otorgó una medida cautelar al considerar que en efecto la vida de Johonnys Hernández estaba corriendo peligro al no tener acceso a un tratamiento de salud para la hemofilia que padece. Estas medidas cautelares se traducen en un reconocimiento por parte de una instancia internacional de una situación grave, que requiere una atención urgente ya que de no ser así se podría causar un daño irreparable a su salud.

Y es que la salud y la vida de Johonnys están en riesgo porque…

Johonnys Hernández padece de hemofilia, se trata de una enfermedad crónica con la que viven 1 de cada 10.000 personas en el mundo. Es una condición hereditaria que se caracteriza por la falta de un factor en la coagulación sanguínea produciendo que las personas sangren por lapsos de tiempo prolongados. Cuando la persona recibe el factor del que carece puede llegar a vivir una vida normal. Sin embargo, en la actualidad, en Venezuela tener hemofilia puede ser sinónimo de muerte.

El señor Johonnys fue diagnosticado de tener hemofilia cuando era apenas un adolescente. Desde que empezó a tratarse, su vida mejoró sustancialmente, convirtiéndose en una persona activa tanto en el ámbito laboral como personal. En este sentido el acceso a los medicamentos para tratar su condición crónica fue mejorando. El acceso a la “profilaxis”, tratamiento mediante el cual la persona recibe inyecciones con concentrados del factor de coagulación del que carece, evita las hemorragias. Sin embargo, desde el 17 de abril del 2015, el Estado venezolano dejó de garantizar el acceso a estos medicamentos de manera regular y en las dosis requeridas.

Han transcurrido dos años sin que Johonnys y las demás personas que sufren de hemofilia en el país, es decir 4.990 personas según Asociación Venezolana para la Hemofilia, accedan al tratamiento de salud que les corresponde. En el caso de Johonnys de las 24 unidades de concentrados de factor que necesita mensuales para evitar las hemorragias solo recibe 3 por parte del Seguro Social. Esto ha llevado a que Johonnys pierda su calidad de vida, pues el mínimo golpe que reciba puede traducirse en una hemorragia provocándole fuertes dolores.

Hoy por hoy Johonnys no puede trabajar, y como no puede trabajar no puede alimentarse bien y como no puede alimentarse bien su salud se desmejora. No acceder al medicamento que venía recibiendo regularmente desde el año 2009 hasta el 2015 desmejoró su calidad de vida afectando su integridad desde un aspecto físico como emocional.

El señor Johonnys tiene derecho, así como todos los venezolanos y venezolanas, a acceder a un servicio de salud que le pueda garantizar de forma efectiva el acceso a medicamentos. Cabe destacar que la falta de recursos no puede ser la excusa del Estado cuando son múltiples los agentes de cooperación internacional los que están dispuestos a otorgar una respuesta inmediata a la emergencia humanitaria que estamos viviendo.

El cumplimiento de las medidas cautelares son determinantes para que Johonnys así como otras personas recuperen su salud. Esperemos que pronto el señor Johonnys que tiene hemofilia pueda también tener medicinas.