Inti Rodríguez | En la vida y en la lucha por los derechos humanos, los principios y la coherencia tienen un valor esencial.

Desde 1988 la organización Provea ha defendido los derechos humanos de los venezolanos, sobre todo de los más pobres, en diferentes circunstancias de la vida nacional en las que los gobiernos de turno han olvidado sus obligaciones para garantizar y respetar la vida y la dignidad de los seres humanos.

Pocos días después de su fundación en octubre del 88, Provea junto a otros activistas y dirigentes sociales y políticos de la época, denunció la conocida Masacre de El Amparo y contribuyó en la defensa de los familiares de las víctimas asesinadas y de las víctimas sobrevivientes de este hecho. La Masacre de El Amparo se convirtió en el primer caso venezolano llevado a instancias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por el cual se condenó al Estado venezolano a indemnizar a las víctimas y sancionar a los responsables materiales e intelectuales de los hechos. Desde entonces, Provea no ha dejado de exigir el cumplimiento de lo ordenado por la Corte y señalar la impunidad que ha protegido a los señalados como responsables de esta emblemática violación de derechos humanos. Por cierto, uno de ellos antiguo Ministro del gobierno de Hugo Chávez y actual gobernador del estado Guárico: Ramón Rodríguez Chacín.

Esta organización que ha sido coherente a lo largo de sus casi 30 años de trayectoria denunció en los 90´ el impacto negativo que tenía para los derechos sociales la aplicación de un paquete de ajustes de corte neoliberal y los pretendidos procesos de privatización del sistema de seguridad social y la educación superior, acompañando a sectores sociales en la organización y movilización por la defensa de sus derechos. De la misma forma, fiel a su coherencia, Provea acompaña hoy día a pacientes, organizaciones gremiales y colectivos de afectados denunciando la emergencia humanitaria compleja ocasionada por la indolencia, la corrupción y la ineficiencia gubernamental de la dictadura de Maduro.

También en los 90´ Provea asesoró a un joven sindicalista que acudió a su sede a expresar su preocupación por las intenciones de la compañía Metro de Caracas, de despedirlo por su actividad sindical. El entonces joven Nicolás Maduro, se sentó en el mismo sillón en el que aún se sientan las víctimas que acuden a Provea a denunciar los abusos del ex sindicalista convertido en dictador.

Esta organización, acusada hoy día de “imperialista” por quienes defienden el autoritarismo y la dictadura de Nicolás Maduro, ha sido siempre coherente con sus principios en defensa de los derechos humanos, independientemente de la identidad ideológica o social de la víctima. De la misma manera que velamos por los derechos de los detenidos por el golpe de Estado del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, defendimos la gratuidad de la educación y la seguridad social en los años 90, solicitamos medidas cautelares a favor de Hugo Chávez en abril de 2002, condenamos la represión en 2014 y 2017, denunciamos los abusos de la OLP en 2015 y 2016, condenamos la detención arbitraria de Leopoldo López en 2014 y de Miguel Rodríguez Torres en 2018. De esa misma manera seguimos y seguiremos denunciando las graves violaciones de derechos humanos cometidas por la dictadura de Nicolás Maduro, en un contexto de severos retrocesos en los derechos sociales y un acelerado aumento de la pobreza.

Las amenazas no nos intimidan, cada ataque contra Provea y las organizaciones de derechos humanos del país, nos compromete a seguir al lado de las víctimas y a fortalecer la coherencia que nos acompaña desde hace casi 30 años.

Coordinador de Investigación de Provea @intiamaru79