El director ejecutivo de la organización Médicos Unidos, Jaime Lorenzo, sostuvo que los modelos matemáticos permiten tomar medidas para evitar que los escenarios se cumplan, por lo que son de gran utilidad. Expresó que una radicalización de la cuarentena debe ir acompañada de acciones que permitan a los ciudadanos contar con los bienes de primera necesidad
El gobierno de Nicolás Maduro prolongó por 30 días adicionales el pasado 12 de mayo la cuarentena que se viene cumpliendo en el país desde mediados de marzo. Esto, a pesar de las bajas cifras de incidencias con respecto al nuevo coronavirus en el país, los llamados de los sectores productivos a reactivar las actividades y el incumplimiento de las medidas por parte de algunos sectores de la población, que deben salir a la calle a procurarse el sustento diario.
Días antes, específicamente el ocho de mayo, la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, había publicado un estudio en el que aseguraba que la evolución de la covid-19 en Venezuela podría presentar picos hacia el mes de septiembre, donde podrían llegar a producirse hasta cuatro mil infecciones por día.
La polémica se desató a continuación. El Ejecutivo chavista acusó a la Academia de generar alarma y el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello amenazó con “operación tun tun” (acciones judiciales) a quienes elaboraron el documento; entre tanto, la población se mantiene en zozobra por el temor al contagio, pero a la vez se desespera por lo difícil que se va haciendo cada día procurarse los productos de primera necesidad y se preocupa por saber hasta cuándo durará la cuarentena.
Condiciones particulares
Para el director ejecutivo nacional de la organización Médicos Unidos, Jaime Lorenzo, el caso de Venezuela no puede compararse al de otros países, ni de Europa ni de la región, ya que por la situación por la que atravesaba antes de la llegada del nuevo coronavirus, tiene características particulares, algo que explica los bajos registros de incidencias de contagios.
“Venezuela tenía unas restricciones de viajeros del exterior muy importantes antes de la pandemia; que implica un número de líneas aéreas que habían cerrado operaciones. La modernidad de otros países significó un número mayor de pacientes porque tenían mayores cantidades de vuelos diarios y el tránsito de gente entre los países era altísimo, algo que se corrobora al ver cuáles son los países que han tenido los mayores niveles de pacientes, Italia, Francia, España, EEUU, como núcleos primordiales. Si buscas a lo interno de EEUU te das cuenta que los niveles más altos son en ciudades y capitales cuyos aeropuertos internacionales son importantes”, expresó Jaime Lorenzo en entrevista para TalCual.
Jaime Lorenzo, quien es especialista en Administración de hospitales y Salud pública, y que trabaja como cirujano en el hospital Ricardo Baquero González, conocido como el Periférico de Catia, resaltó que en la gran mayoría de los países los mecanismos de diagnóstico de la enfermedad no están centralizados en una sola institución.
“En el caso venezolano tenemos el Instituto Nacional de Higiene, que en los actuales momentos es la única que puede hacer confirmación de la enfermedad, a diferencia de otros países, como España, donde se siguen abriendo más laboratorios para hacer más diagnósticos. Eso nos dice que ese país está buscando tener unas estadísticas de la enfermedad lo más aproximadamente posible a la realidad. Pero si tienes un solo instituto para hacer diagnóstico no vas a poder hacer la cantidad de pruebas diarias que se requieren por más que quieras para tener la mayor cantidad de diagnosticados”, argumentó.
Incumplimiento de procedimientos
Otro de los factores que, a juicio de Jaime Lorenzo, inciden en la poca cantidad relativa que tiene Venezuela de pacientes confirmados de la covid-19 es que se trata de una enfermedad en la que un alto porcentaje de pacientes van a tenerla con síntomas leves o, más aún, sin síntomas.
“En Venezuela estamos acostumbrados a tener gripes estacionales; también hay un uso de la prueba rápida, pero se hace sin cumplir con los propios lineamientos que la Organización Mundial de la Salud ha planteado. La prueba debe repetirse días después de haberse hecho la primera, porque hay un período entre el momento en que el paciente entra en contacto con el virus y aquél en que la prueba da positivo, ya que va a depender del crecimiento del virus en el cuerpo de la persona. Es igual que el HIV, después que la persona adquiere el virus pasa un tiempo importante para hacerse positivo en las pruebas. Lo más aconsejable en el paciente que salió negativo, repetir la prueba en cinco días o una semana”, detalló Jaime Lorenzo.
En este sentido, se refirió a un caso que hizo prender las alarmas en la comunidad médica. “Cuando anuncian el primer caso en el estado Carabobo, la información que llega por las redes es que es una persona, un funcionario policial, que entró por el estado Táchira. En la frontera le hicieron pruebas, estuvo en cuarentena, las pruebas salieron negativas. Es llevado a Carabobo, se le hacen las pruebas, sale negativo y luego presenta síntomas y sale positivo. Si te das cuenta ese período de tiempo entre su entrada al país y la presentación de síntomas genera interrogantes como ¿cuándo adquirió la enfermedad, en Colombia, en Táchira, en Carabobo? Por eso estamos diciendo que el número de casos que reportan es tan poco en Venezuela».
Herramientas
-El informe de la Academia de Ciencias prevé que podemos tener picos de contagio de la enfermedad en septiembre. ¿Han estudiado esos cálculos? ¿Son confiables?
-Como hay un desconocimiento de ese tipo de estudios se ha creado una expectativa muy grande. Esos estudios estadísticos, matemáticos son con lo que los médicos de salud pública trabajamos normalmente ante este tipo de enfermedades. Para hacer un seguimiento y tener un pronóstico de lo que puede ocurrir se hace un estudio matemático que sirve para uno, como médico de salud pública, poder decirle al Estado, ‘esta es la enfermedad, estos son los modelos estadísticos de lo que puede ocurrir y hay que hacer esto, esto y esto para evitar que esto ocurra’. Eso es lo que son esos modelos estadísticos, sistemas que permiten a la gente de salud pública y al gobierno tomar las decisiones adecuadas para dar una respuesta y evitar que esos escenarios ocurran.
“Cuando vimos que comenzó la enfermedad -continuó- en noviembre, diciembre (de 2019), en China, los grupos organizados de salud aquí en Venezuela, ya en enero, estuvimos alertando al gobierno lo que iba a ocurrir y que había que tomar previsiones para esta situación. La Organización Médicos Unidos, el 28 de febrero, hizo una encuesta a nivel nacional donde hubo participación de 144 hospitales en la cual se evaluó el conocimiento del personal de salud en las instituciones sobre la enfermedad; lo que había que hacer cuando atendieras a un paciente; si tenías o no los materiales adecuados; si estaban previstas las áreas de aislamiento, así como el funcionamiento de laboratorios, rayos x, las terapias intensivas, y todo eso. Se hizo en hospitales públicos y clínicas privadas, así como la red ambulatoria. Con esta encuesta demostramos que no había la dotación suficiente, que no había conocimiento en el equipo de salud de cómo organizarse para la enfermedad”, indicó Jaime Lorenzo.
La organización se dio cuenta entonces a través de diferentes fuentes de información que el encargado de orientar toda la acción y preparar al personal para dar respuesta a la situación, que es el ministerio de Salud no lo estaba haciendo.
Fallas en la protección
“Cuando se tomó la medida de la cuarentena por parte del Gobierno, un inmenso número de integrantes del personal de salud estaba sin información y no contaba con preparación suficiente. Por suerte, con el transcurrir del tiempo, pudo saber lo que tiene que hacer, pero ahora uno se consigue con que, por ejemplo, no tienes el material de bioprotección para actuar adecuadamente y evitar infecciones, como le sucedió a España e Italia, que tuvieron un altísimo número de personal infectado por no contar con los materiales adecuados de bioseguridad para su protección”, señaló Jaime Lorenzo.
El médico hizo énfasis en que el trabajo presentado por la Academia, para cualquier hombre de salud pública o cualquier profesional, consiste en una referencia que sirve para que los gobiernos tomen previsiones con miras a evitar los diferentes escenarios que están allí. “Es lamentable que se haya hecho una satanización de un trabajo matemático estadístico que es para poner en alerta a los equipos de dirección política para evitar escenarios. El Gobierno tomó la decisión de la cuarentena con dos casos y fue una decisión que en su momento mucha gente criticó, pero al final todo el mundo está aceptando que fue adecuada porque evitó la mayor contaminación de gente si se cumple al 100%. El ataque a ese trabajo estadístico, como médico de salud público, me parece injusto y desproporcionado”.
-Nicolás Maduro asomó que podríamos avanzar hacia una radicalización de la cuarentena. ¿Es necesario hacer eso?
-Vamos a asumir la radicalización. ¿Qué significa eso? Nadie sale de su casa. Pero ¿por qué la gente sale de sus casas sobre todo, en Petare y Catia? Lo hace porque nuestros ciudadanos, el 70 u 80% está viviendo del día a día. Necesita producir para poder comprar comida y la única manera de hacerlo es salir a la calle a buscar el dinero diario. ¿Qué vas a radicalizar y qué medidas vas plantear para esa radicalización? Me tienes que decir, que fue el error de lo que estamos viendo, qué perspectivas de solución le vas dar, por ejemplo, a ese millón 200 mil jubilados, según cifra de la Federación de Jubilados, que no tienen tarjeta de débito, ¿qué solución le vas a dar a las personas que tienen que trasladarse a su trabajo pagando el servicio de transporte si no tienen efectivo? ¿Qué solución le vas a dar a las madres que tienen que buscar leche en los abastos? ¿Cuáles van a ser las alternativas para evitar que la gente salga a la calle? ¿Encerrarlos en sus casas o le vas a buscar mecanismos para que se eviten esas situaciones? Si hubieran tomado esas alternativas durante la cuarentena, de Catia y Petare no viéramos las fotos o videos que vemos a diario, aunque es una situación casi que a nivel prácticamente nacional.
-¿Han evaluado si en lugar de prolongar la cuarentena es posible que las personas guarden el distanciamiento social y demás medidas de prevención para así poder reactivar la actividad económica? ¿O prefieren la radicalización?
-¿Cómo yo suspendo o radicalizo esta situación? Para suspender la cuarentena tengo que estar seguro de que no haya más enfermos. Hay tres maneras para eso, la primera es que toda Venezuela se enfermara. De esa manera, nuestro sistema inmunológico adquirirá las defensas necesarias para enfrentar la enfermedad, pero con la consecuencia que un cinco por ciento de la población va a morir y un 10% va a necesitar camas de terapia intensiva y demás cosas que no tenemos. El otro mecanismo es que la vacuna apareciera, entonces vacunas a todo el mundo y listo, a esperar la nueva mutación que venga por ahí.
«La alternativa es -continuó Jaime Lorenzo- que tengas mecanismos que te aseguren que el 90% de lo que diagnosticas corresponde a la realidad, porque puede haber un sub registro de pacientes, el cual no aparece en la estadística porque no le hiciste pruebas, o lo que sea; eso está ocurriendo en todos los países pero que tengas 90% de certeza de que la información es real, que puedas reducir a uno el número de personas susceptible de contagio por cada nuevo infectado. Si se reduce a menos de uno mucho mejor porque tienes controlada a la enfermedad, pero tienes que tener esa información y ésta se obtiene con diagnóstico de pacientes para tomar decisiones. ¿Cómo hago para reactivar el país? Tienes que tener un control de la enfermedad, con las estadísticas adecuadas puedes relajar, aumentar o implementar variables, como están haciendo otros países.
“El problema que tiene el Gobierno es que debe guiar al país hacia la mejor solución con el menor costo de vidas posibles. ¿Cómo logras eso? Teniendo mecanismos efectivos de diagnóstico», acotó.
Participación del sector privado
-Habló de lo negativo que es el que estén centralizados los diagnósticos ¿Cómo se evita que sea solo el Instituto de Higiene el que lo haga?
-Me duele esto porque trabajé mucho tiempo en el ministerio, que tenía un nivel altísimo, contaba con 11 laboratorios a nivel nacional, y dependían el Instituto Nacional de Higiene, con capacidad profesional necesaria, y en las cuales se podían hacer muchas de las pruebas. Hace meses anunciaron que abrieron un laboratorio en Táchira y no hemos tenido la información de que ese laboratorio esté funcionando. En los hospitales «centinelas» puedes adecuar los laboratorios para, en un área de bacteriología, hacer esas pruebas, o como en España, que habilitaron al sector privado para hacer más diagnósticos. Pero al principio de esta situación hubo una clínica privada en Caracas que afirmó que estaba en condiciones de hacer las pruebas y le decomisaron todo el producto.
-Un mensaje para la población ante la situación que se preocupa?
-Que la única manera de superar esta situación es que seamos venezolanos, entendamos que cuidándonos a nosotros cuidamos a nuestra familia, eso ha sido el norte de los venezolanos, siempre ha sido unido a su familia. Lo importante es evitar que la enfermedad llegue a nuestras casas.
Alianza Tal Cual – Provea
Foto: Apertura Venezuela