7 de abril de 2017

El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, instó hoy al Gobierno de Venezuela a cesar el uso de la violencia y de otras herramientas de represión en contra de manifestantes opositores que protestan pacíficamente en defensa de la democracia y el Estado de Derecho en su país.

Un manifestante muerto y decenas de heridos y detenidos es el saldo inicial de la represión de la víspera, que busca sofocar el clamor por elecciones libres, la única forma de salida para un país devastado por la crisis política y el saqueo.

Las protestas del jueves produjeron más heridos y detenidos, “en forma absolutamente arbitraria e indiscriminada, como una muestra más de autoritarismo”, y el asesinato de Jairo Ortiz, de 19 años. “Este crimen debe llamar a la democracia en el país, a hacer justicia, a superar la ignominia de la cobardía de sus asesinos”, dijo.

El Secretario General Luis Almagro hizo también referencia a la responsabilidad de los militares en este momento. “Se trata de un autoritarismo que se escuda en las fuerzas armadas que, lejos de actuar como las fuerzas del orden, actúan como las fuerzas de la represión y del terror. Es un autoritarismo que, en su escalada de odio y vergüenza, contagia también de odio y vergüenza a las fuerzas armadas. Este régimen autodenominado cívico-militar es el responsable no sólo de la pérdida de la Democracia y de la crítica situación alimentaria en Venezuela, es también responsable de incitar al odio mediante la represión”, subrayó.

“La protesta pacífica y el derecho a la libertad de reunión pacífica son derechos universales que debe respetar cualquier gobierno, especialmente los gobiernos democráticos”, afirmó, y añadió: “Esto revela nuevamente que en Venezuela no existe estado de derecho y que se violan metódicamente los derechos humanos”.

En su más reciente informe al Consejo Permanente sobre la situación en Venezuela, el Secretario General reveló la sistemática represión y criminalización de voces de la oposición y grupos de la sociedad civil, las detenciones arbitrarias y el uso excesivo de la fuerza contra protestas pacíficas por parte del régimen autoritario venezolano.

“La utilización de las fuerzas de seguridad del Estado para reprimir manifestaciones en favor de los derechos constitucionales y principios democráticos resulta absolutamente inaceptable y nos retrotrae a los momentos más oscuros de la historia de nuestros países”, agregó. “A la dramática situación de Venezuela no deben sumársele mártires como resultado de la violencia de Estado”.

El Secretario General Almagro instó a los responsables políticos que gobiernan el país a “deponer su actitud represiva, que sólo puede conducir a más aplastamiento de libertades y a situaciones de mayor dolor y duelo”.

Hizo también referencia a que “es absolutamente impropio de la institución militar plegarse al autoritarismo, sus fiscales no son acusadores de presos políticos, sus servidores no son torturadores, sus oficiales no son instrumento de la represión, sus oficiales no son la mano de la corrupción”.

Así decía Monseñor Oscar Arnulfo Romero en su más dolorosa homilía: “Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Y en concreto, a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles… Hermanos, son de nuestro mismo pueblo.”

“Son palabras que creíamos aprendidas en la región. Sin embargo, la codicia del poder gubernamental venezolano y su afán de perpetuarse han dividido terriblemente a los venezolanos, y hacen que la voz del héroe salvadoreño interpele hoy nuevamente las conciencias de quienes creemos en la democracia, en las libertades civiles y en el valor y derecho de los pueblos”, dijo el Secretario General.

El líder de la OEA agregó que “resulta absolutamente necesario -bajo sus obligaciones políticas, morales y jurídicas –tanto a nivel interno como internacional- que el régimen venezolano cese inmediatamente todo acto de represión violatorio de derechos por parte de las fuerzas de seguridad del Estado y de los grupos civiles de choque que responden al oficialismo en Venezuela”.

“Hoy me veo obligado a advertir al gobierno de Venezuela que los demócratas del continente no aceptaremos pagar con sangre venezolana las deudas de democracia, libertades, prosperidad, Constitución y derechos que sus gobernantes han contraído a costillas del pueblo”, concluyó el Secretario General de la OEA, al tiempo de hacer un nuevo llamado a “elecciones, el único camino para que Venezuela tenga un Gobierno legítimo surgido del único soberano: el pueblo”.


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