En medio del desastre económico aprietan las sanciones financieras al dictador.

Venezuela atraviesa por una emergencia humanitaria compleja causada por la desastrosa gestión del dictador Nicolás Maduro, dicha situación expone a la población a los más altos niveles de pobreza, hambre, miseria y desasosiego que jamás haya vivido. En oportunidades anteriores hemos descrito la nefasta política económica del régimen, que hunde al país en la crisis económica y social más grave de su historia, la cual se agudizará en este año 2019 si esto no se detiene, por el desplome de la producción petrolera y las consecuencias que esto tiene para la maltrecha economía venezolana, en medio del endurecimiento de las sanciones financieras y el aislamiento internacional contra el régimen dictatorial. Donde la ayuda humanitaria permitiría atender la situación de muchos venezolanos que se encuentran en riesgo por múltiples factores.

Debemos dejar claro que Nicolás Maduro es el responsable del desplome y destrucción en más del 50% de la producción nacional (PIB) en estos últimos cinco años. Es el padre del proceso hiperinflacionario en Venezuela, destruyó el bolívar como moneda nacional, pulverizó el salario y el patrimonio de los trabajadores y sus familias. Al mismo tiempo, continuó endeudando y entregando al país y comprometió el futuro económico de la nación y de las venideras generaciones. La nefasta gestión de Nicolás Maduro trajo como consecuencia la precarización de las condiciones de vida de los venezolanos que día a día sufren la falta de alimentos, agua, gas, medicinas, luz y transporte, en medio del desfalco de la nación por los exorbitantes niveles de corrupción en las estructuras del régimen. Es de tal magnitud la crisis generada por el dictador que de permanecer en el poder para este año 2019, enfrentaremos un escenario económico y social apocalíptico.

Arrecian las sanciones financieras de EEUU y el aislamiento internacional

Las sanciones financieras internacionales y el aislamiento internacional son medidas restrictivas, de naturaleza económica y diplomática que tienen como objetivo que los países a los cuales se les aplican las mismas cambien su actuación, son motivadas por la violación de derechos humanos o el derecho internacional. El congelar los fondos u otros activos junto con el aislamiento internacional pretende impedir movimientos, transferencias o transacciones de los capitales o recursos económicos del país y que éstos se vean en la necesidad de cambiar su política. Dichas medidas se instrumentan congelando fondos, activos financieros y recursos económicos, bienes e inmuebles, créditos, acciones, títulos, bonos, entre otros.

El gobierno de Donald Trump anunció nuevas sanciones financieras el día lunes 28 de enero del 2019, luego de que Nicolás Maduro el día 10 de enero usurpó la presidencia de la República, en esta oportunidad las sanciones se dirigieron fundamentalmente a la principal empresa venezolana PDVSA, y su filial en EEUU Citgo. Estados Unidos arreció definiendo un conjunto de medidas que limitan al dictador Nicolás Maduro el acceso a los recursos financieros, que genera la empresa por la actividad petrolera, dentro de los cuales destacan las siguientes:

  1. Congelación de cuentas de PDVSA en los EEUU.
  2. Bloqueo de bienes y propiedades de la empresa por aproximadamente USD 7.000 mil millones de dólares
  3. Bloqueo de los posibles ingresos por ventas de petróleo en este año 2019 por USD 11.000 mil millones de dólares aproximadamente.
  4. Prohibición de venta de petróleo liviano o diluyentes a Venezuela.
  5. Prohibición de exportación hacia Venezuela de productos derivados del petróleo.
  6. Para el 28 de abril del 2019 deben culminar o cerrar las relaciones financieras con PDVSA o empresas que ésta controle.

El tesoro norteamericano justificó estas medidas señalando que fueron tomadas con el fin de evitar el desvío de fondos de PDVSA, para la corrupción política y empresarial que actúa junto con el régimen dictatorial, ya que dichos recursos pertenecen al pueblo venezolano.

Estos anuncios complementan los realizados en el año 2017 contra la estatal petrolera, que prohibieron tranzar con títulos de deudas o acciones emitidas por el régimen de Nicolás Maduro y PDVSA.; limitando así los flujos financieros al régimen, el cual obtiene el 96% de sus ingresos en divisas de la exportación de petróleo, siendo una economía vulnerable, dependiente en gran medida, del sector externo. Además existen centenares de figuras políticas, empresarios y militares, los mismos vinculados al régimen, con múltiples sanciones financieras y migratorias, por la violación de derechos humanos, corrupción entre otras, tanto en los EEUU como también en la Unión Europea.

En medio del desastre económico de Nicolás Maduro y el bloqueo financiero de Donald Trump a la principal empresa venezolana, no debe quedar duda que vienen días difíciles desde el punto de vista económico y social para Venezuela. Ante este escenario, es posible una mayor parálisis en la actividad comercial, mayor escasez de gasolina y dado las limitaciones financieras que tendrá el régimen para la importación de medicamentos y alimentos, se agudizarán los problemas sociales y el colapso de los servicios públicos, en un contexto donde la mayoría de las personas se encuentran en condiciones de precariedad, quedando aún más expuesta y en riesgo la población más vulnerable y con mayores carencias. Venezuela necesita un cambio político que detenga el desastre en el cual Nicolás Maduro y su camarilla hundieron al país y que enrumbe el país hacia la democracia y prosperidad deseada por la inmensa mayoría de venezolanos.


Economista Luis Crespo | Especial para Provea