Luis Lander es profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela y miembro del Directorio del Observatorio Electoral Venezolano. En esta entrevista para Punto de Corte aclara muchas de las dudas que existen sobre las próximas elecciones de gobernadores, sus garantías, los niveles de abstención, la conveniencia en torno a la participación y cómo el Gobierno ha buscado desmotivar a los electores de oposición como una forma de mejorar sus posibilidades.

A partir de la experiencia de la ANC ¿Es confiable participar en un proyecto electoral con tantas dudas?

Yo estoy convencido de que el sufragio es un derecho que está claramente establecido en la Constitución. Los derechos hay que defenderlos y la mejor manera de defender un derecho es haciendo uso de él. Cualquier ventana, cualquier posibilidad, cualquier resquicio que se abra que permita a la ciudadanía expresarse mediante el sufragio debe ser aprovechado. Ahora, las condiciones  bajo las que se realiza un proceso electoral no son indiferentes, no siempre se garantiza la integridad del proceso electoral en todos sus aspectos que van más allá del día  de las elecciones, su integridad puede ser vulnerada.

Pero se dice que el sistema de votación en Venezuela es confiable.

Hasta las elecciones parlamentarias del 2015, cuando el movimiento político que se originó con el presidente Chávez fue derrotado de forma contundente, el sistema automatizado de votación en Venezuela, se entendió como un  sistema de buena calidad, que fue costoso en su momento cuando se hizo una inversión que no todos los países están en capacidad de realizar.

¿Por qué realizar en ese entonces una inversión tan costosa? ¿Se podía seguir con el sistema manual?

La automatización se realizó porque desde 1958 el sistema de votación manual se había venido deslegitimando, deteriorando y una de las áreas donde ese sistema acusaba mayores críticas era a la hora del conteo. Surgió aquella famosa frase “acta mata voto” y se había convertido en rutina que aquellos votos que correspondían a un partido político sin testigos de mesas, se repartían entre los demás partidos, porque en ese sistema electoral el documento oficial de las elecciones era el acta.

Hasta el 2015 se contó entonces con un sistema que era muy verificado y auditado ¿Podemos decir, entonces, que los resultados de las elecciones anteriores, correspondían con lo que la mayoría quería?

En lo personal yo he participado en muchos procesos anteriores y en todas las observaciones electorales que hemos realizado -nuestros informes están en nuestra página web- hemos realizado críticas y observaciones al proceso electoral en su conjunto, pero siempre hemos dicho “los numeritos están bien”.

Pero en muchos procesos se ha visto un favoritismo marcado.

Claro, uso de recursos públicos y el Presidente de la República incidiendo directamente en las campañas, apoyando a sus candidatos…

Para estas elecciones regionales no estará Smarmatic, la empresa que montó el sistema automatizado ¿Eso podría afectar la veracidad de los resultados del proceso?

Cuando el CNE en las elecciones del 2004 decidió establecer un vínculo estrecho con Smarmatic, lo hizo porque era la única empresa en el mundo que le vendía al CNE no solamente las máquinas, sino el software con el que funcionaban estas máquinas. Mientras que la empresa española INDRA –que también trabajó con el CNE pero con un sistema menos sofisticado que básicamente automatizaba el conteo– se negó a mostrarle al CNE el funcionamiento del software por razones de negocios. Ahora bien, como Smarmatic le vendió al CNE su programa, los técnicos internos del organismo electoral conocen esos programas y en condiciones normales están en plena capacidad de hacer funcionar el sistema automatizado. Siempre existe un requerimiento técnico de programación previa y específico para cada elección, los técnicos del CNE pueden hacer ese proceso sin ningún problema.

¿Entonces que hacía Smarmatic en las elecciones si ya había vendido el programa y los técnicos del CNE saben como manejarlo?

Hasta las pasadas elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente, el CNE siempre contrató a Smarmatic como un sistema de respaldo ante cualquier eventualidad. La gente de esa empresa podía montarse sobre ese imprevisto y resolverlo. Pero además colocaba en cada mesa electoral a un técnico encargado de manejar la capta huella. La formación de esos técnicos la hace Smarmatic.  Ahora, la salida de Smarmatic no necesariamente significa que el sistema pierda seguridad, de hecho ya el CNE licitó esa función y ganó una empresa argentina, no recuerdo su nombre. Claro, frente a estas elecciones el problema es lo premura, se están haciendo las cosas apresuradamente.

En medio de la premura ¿el CNE tendrá listo su cronograma de eventos de verificación?

Esa es una primera irregularidad en este proceso electoral. El CNE había dicho que la elección regional era el 10 de diciembre y que integraría la escogencia de los miembros de los consejos legislativos estadales. Según la Constitución esas elecciones deben hacerse simultáneamente, pero con la imposición de la ANC lo que se adelantó fue la elección de gobernadores.

¿Todas estas situaciones irregulares no estimulan la abstención? Datos aseguran que puede ser muy alta ¿Ustedes manejan datos de abstención?

No manejamos más allá de los que tienen las encuestadoras, pero hay un dato interesante en cuanto a la abstención: viene disminuyendo. Aunque se debe tener claro, para evitar cualquier falsa expectativa, que los niveles de abstención en las elecciones regionales siempre superan el 40%, un índice que es totalmente normal.

Se dice que la abstención facilita el fraude.

Existen muchos mitos urbanos alrededor de las cosas de las elecciones y sobre la fragilidad del sistema automatizado de votación. Sin embargo, eso es posible. En la jerga electoral se llama el “voto puyado”, que es poner a votar a los que aparecen en el espacio en blanco. Esa posibilidad, que no está del todo cerrada, es cada vez más difícil, ya en las elecciones del 2015 el 100% de las mesas electorales utilizó máquinas, las cuales se conectaron a las capta huellas que activaron la máquina, disminuyendo esa posibilidad.

Pero ¿eso no vulnera el secreto del voto?

No, y eso debe saberlo la gente, cada vez que alguien emite un voto este se encripta, se vuelve imposible de entender así como está y se revuelve con los votos anteriores. Es un mecanismo expresamente diseñado para que no haya una correlación de secuencia, entre el voto y quien lo emite. En las diversas auditorias hemos comprobado que este sistema funciona bien. Es algo que debe difundirse ampliamente para bajar cualquier temor que pueda existir por parte de sectores importantes como los empleados públicos.

También hay dudas sobre la posibilidad de ir conociendo en caliente como va la elección gracias a las máquinas ¿Las máquinas están conectadas todo el tiempo a la red?

No, las máquinas se conectan luego de la impresión del acta electrónica; una vez ésta se imprime, es que la máquina se conecta.

¿Los actores políticos, sobre todo en relación con el gobierno, pueden conocer como se va dando la elección al momento que ella se produce para tener la capacidad de tomar decisiones antes de que los resultados sean difundidos?

Es otro mito, no hay posibilidad. Lo que pasa es que se mezclan cosas aquí. Por una parte la máquina guarda los votos encriptados y aunque alguien se metiera en la máquina no podría saber como ha sido la votación; por otra parte, la máquina no se puede cerrar antes de la hora oficial en la que estaba previsto el cierre. Una vez la máquina hace el escrutinio, imprime el acta electrónica, después de la hora de cierre pautada, entonces se conecta a través de una red tipo Internet, pero no es por Internet, se realiza por unos canales privados que para el día de la elección proporciona CANTV, donde hay también unos mecanismos de seguridad.

¿Cómo es esa seguridad al momento de la transmisión de los resultados?

La máquina se conecta con el centro de totalización, esta se presenta a través de un código, en el centro de totalización están registrados los códigos de todas las máquinas que están funcionando en el país. De manera automática, el centro de totalización reconoce la máquina y comienza el proceso de transmisión de datos, de esta manera se garantice que no sea posible que con el mismo código se vuelva a mandar información, un paso que también es objeto de las auditorías.

En el caso de fallar estos mecanismos o que no se hagan como en la reciente elección de la ANC ¿Qué se puede hacer si algo así vuelve a pasar y se eliminan del cronograma electoral pasos de verificación?

Este es un proceso en pleno desarrollo en el cual la Asamblea Nacional Constituyente, el CNE e incluso el mismo presidente han dado directrices. El primer mandatario, formalmente, no tiene nada que ver con estas elecciones y no debería ni siquiera participar en las campañas. Pero ellos no son los únicos actores, están los candidatos, la oposición, etc., factores que presionan para mejorar el proceso. Aunque ya se ve que éste no es un proceso electoral normal,  ya se han hecho varias cosas: se han postulado candidatos, se realizó la revisión del Registro Electoral Permanente, se avanzó en algunos procesos y el cronograma electoral no ha sido publicado. Todavía no se sabe oficialmente cuándo serán las elecciones, aunque extraoficialmente el CNE discutió un posible cronograma, donde estableció la fecha para el 15 de octubre, pero aún no se pronuncia oficialmente al respecto.

¿Por qué no se publica el cronograma si ya se discutió?

En ese cronograma no sólo está la fecha de las elecciones, está la batería completa de cosas que se deben hacer, pero no se ha hecho público porque no terminan de ponerse de acuerdo en los días o hasta cuándo puede hacerse la sustitución de candidatos. En condiciones normales se establece que hasta 10 días antes de las elecciones se pueden cambiar candidatos aún cuando no saliera en las elecciones, pero, en esta ocasión, parece que desean colocar un margen de muchos más días antes de la elección, quizás con la intención de inhabilitar candidatos.

El gobierno viene perdiendo el apoyo popular ¿Ellos que mueven las fechas para ajustarlas a lo que creen que es el mejor momento e inhabilitan candidatos, qué otra cosa pueden hacer para buscar un mejor resultado?

El gobierno pretende generar, en una parte importante de la población, dudas sobre este proceso, y promover descontento para disminuir la participación de sectores de oposición. Con la experiencia de la elección de la ANC, donde un grueso de la población venezolana no cree que ese resultado sea cierto y considera que el CNE en ese proceso se portó mal, independientemente de la verdad; esa matriz está presente y esa opinión de mucha gente provoca algo similar a lo que ocurrió en el 2004 cuando el referéndum presidencial. En ese entonces muchas encuestadoras daban a Chávez como perdedor y el resultado fue una victoria con holgura del presidente. Buena parte de los opositores  vieron esto como la evidencia de un fraude y decidieron no participar en unas elecciones a gobernador pautadas apenas a dos meses del revocatorio, de manera que la oposición salió bastante peor de lo que hubiese podido salir, porque muchos de sus electores no fueron a votar.

Entonces, algunas veces la oposición se suma al juego de la desconfianza.

Bueno, la desconfianza genera abstención en los electores, creo que está disminuyendo esa tendencia, pero en un principio el gobierno jugó muy fuerte buscando que una parte importante de la oposición no participara, que fue apoyado indirectamente por la tesis de María Corina Machado y todo ese discurso que dice que en esas elecciones no se debe participar por cuanto se legitima al CNE y a la Asamblea Nacional Constituyente. Sin embargo, esa tendencia abstencionista no ha sido tan fuerte como el mismo gobierno esperaba.

Lo ocurrido en el 2004 también se debió a las falsas expectativas que la misma oposición a veces crea en sus seguidores.

Sí, bueno, algunos sectores de la oposición que están convencidos de la oportunidad de estas elecciones han dicho que le van a dar una pela al gobierno, que van a ganar en todos los estados, mientras otros grupos mucho más sensatos observan que podrían vencer en unas 18 o 19 gobernaciones.  Eso genera unas expectativas y aún cuando las elecciones terminen favoreciendo a la oposición, si los resultados se alejan de esas expectativas la narrativa que puede montar el gobierno es que es una derrota.

¿Cómo vencer la desconfianza que siempre rodea un proceso electoral?

Una de las formas de reducir lo más posible cualquier situación irregular es colocar testigos en todas las mesas y esa no es una tarea fácil, son más de 32 mil mesas en todo el país. Además, la nominación de testigos cierra el 15 de septiembre y la oposición va a primarias el 10, así que esa tarea parece difícil.  Es muy importante también el papel que juega la auditoría ciudadana que básicamente tiene tres momentos. Primero cuando se verifica en el comprobante que el voto emitido coincide con el que te da la máquina en el comprobante, un segundo momento que se da una vez que todas las mesas cierran y se imprimen las actas, se hace el conteo manual de un número de mesas que se sortean y se verifica que los números sean iguales, una auditoría que a nivel nacional llega al 54%; y la tercera auditoría es cuando por ley, el presidente de mesa entrega una copia del acta a cada testigo, que corrobora que lo dicho en la copia del acta cuadre con el resultado por mesa publicado por el CNE en su página.

¿De dónde salen los recursos para hacer las primarias?

No tengo información sobre eso, pero seguramente de sectores empresariales venezolanos, e incluso de organizaciones internacionales que apoyan este tipo de iniciativas.


Publicado originalmente en Punto de Corte