En septiembre la Sociedad de Salud Pública de Venezuela alertó sobre la reaparición de una enfermedad infecciosa que tenía más de 20 años erradicada en el país, esta enfermedad fue catalogada por la Unicef como un mal prácticamente eliminado durante el último siglo, se trata de la difteria.

Los más jóvenes están conociendo por primera vez del riesgo de este padecimiento, que hasta hace poco sólo conocíamos por referencia en los libros de salud de primaria.

Con el pasar de los días fueron aumentando las cifras extraoficiales de contagiados e incluso fallecidos por este mal en Bolívar, donde una vez más, los poblados de difícil acceso resultaron los menos favorecidos por las jornadas de vacunación que se activaron en la entidad.

Las comunidades indígenas pemón a las que sólo se llega vía aérea como Wonken, Kamarata y Uriman,  todavía no han tenido la posibilidad de ponerse la vacuna de toxoide diftérico indicada para prevenir este mal.

Los habitantes de la zona le contaron a Kape Kape que han hecho las solicitudes ante el Instituto de Salud Pública, institución que incluso se ha mostrado presta a colaborar con el pago del pasaje aéreo que supera los 100 mil bolívares al personal que lleve este operativo, sin embargo aún no se ha pasado de buenas intenciones a las acciones.

Desde que en el Estado Bolívar se reportó la reaparición de la difteria, las autoridades legítimas han enviado solicitudes a las autoridades sanitarias sin hasta ahora recibir respuesta positiva.

En estos sectores existen 44 comunidades, 12 en Wonken, 14 en Uriman y 18  en Kamarata, que están  a la espera de medidas que garanticen su derecho al acceso a la salud de manera gratuita y oportuna.


Kapé- Kapé Asociación Civil