(Panamá, 04/04/2019) La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) publicó un nuevo informe: “Crisis venezolana migrante y refugiada: Descripción general de la respuesta regional de la OIM”.Los factores determinantes de la salida continua de mujeres, hombres, niñas y niños venezolanos a otros países.
Los países de la región han ganado fuerza, complejidad y volatilidad desde que la OIM lanzó oficialmente su respuesta regional en abril de 2018. Esto se refleja no solo en un aumento del número de venezolanos en el extranjero, ya que se dispone de nuevos datos oficiales, pero también en picos abrumadores en el número de entradas y empeoramiento de las condiciones de vulnerabilidad de los migrantes y refugiados.
A partir de febrero de 2019, se estima que viven alrededor de 3.4 millones de refugiados y migrantes de Venezuela en el exterior, 2,7 millones (79%) de ellos en países de América Latina y el Caribe. Colombia, Perú, Chile y Ecuador reportan el mayor número de venezolanos en sus territorios con 1.1 millones, 710.000, 288.233 y 250.000 personas respectivamente. Complementariamente, la intensidad y escala de los flujos es ilustrado por los registros de entrada a través de los puntos críticos de la frontera: 45.000 titulares de pasaportes venezolanos ingresaron Colombia a través del Puente Internacional Simón Bolívar en enero de 2019; Del 1 de enero al 12 de febrero de 2019, 46,500 venezolanos ingresaron a Ecuador a través del Puente Internacional Rumichaca y 6,600 a Perú. a través de Huaquillas / Tumbes Puesto Fronterizo.
La dinámica de los flujos se ha correlacionado a menudo con las decisiones de política migratoria tomadas a nivel nacional. Anuncios en Ecuador y Perú en agosto de 2018 para establecer una presentación de pasaporte válida como condición de entrada resultó en un aumento en el número de venezolanos que intentaban llegar a esos países en los días anteriores a la fecha cuando las medidas entraran en vigor. En enero de 2019, después de que las autoridades ecuatorianas introdujeron cambios. a los requisitos de entrada para los venezolanos mediante la constitución de certificados de antecedentes penales, las llegadas diarias de venezolanos cayeron de 3.169 a 771 tres días después de la introducción de la medida (una reducción del 75%).
La salida ascendente alcanzó un punto crítico de inflexión en el primer trimestre de 2018, cuando varios factores convergentes: a) gran concentración de venezolanos en puntos fronterizos y otras áreas receptoras con malas condiciones de recepción que generan mayores riesgos para la salud pública; b) Estructuras y recursos públicos. disponible a nivel local en los países receptores se volvió claramente insuficiente para hacer frente a la necesidades de protección, refugio, alimentos y artículos no alimentarios (NFI); c) Capacidades de la migración y asilo de las autoridades para gestionar la alta demanda de documentación y estatus legal fueron sobrecargadas; e) individuos y familias estaban llegando en condiciones extremadamente vulnerables y con una reducción significativa resiliencia y autosuficiencia como resultado de un acceso limitado y prolongado a servicios y bienes básicos; f) uso intensivo de rutas terrestres inseguras para llegar a su país de destino temporal o final, lo que plantea Amenazas crecientes a la vida y dignidad de los venezolanos en movimiento.
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