El SJR expresa su preocupación por la situación de los indígenas Yukpa que recibieron, el día 17 de mayo del presente año, amenazas directas contra su integridad física y psicológica y un ataque armado directo en su lugar de ubicación en el barrio Nuevo Escobar de la ciudad de Cúcuta. Además, conocimos por parte de los líderes Yukpa acerca de la desaparición de dos de sus miembros y las lesiones personales sobre uno más. Esta situación resulta del hecho de encontrarse en medio de un fuego cruzado e intensifica el miedo y la zozobra de la comunidad, viéndose obligados a desplazarse de manera forzosa al centro de la ciudad Cúcuta en el parque Santander en busca de protección.
Cabe acotar que esta comunidad Yukpa se reconoce como un pueblo binacional; sin embargo, dadas las difíciles situaciones en Venezuela, dicha comunidad se ha desplazado hacia Colombia en busca de alimentos, asistencia médica y protección. Desde diciembre del año 2017, se han ubicado en distintos sitios de la ciudad tales como la ronda del río Táchira y el barrio Nuevo Escobar de Cúcuta; hecho conocido por las autoridades, organizaciones humanitarias y la opinión pública. Adicionalmente, se solicitaron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) medidas cautelares ante los graves hechos de violación a los derechos humanos y el daño irreparable que ha sufrido la comunidad.
Valoramos el ejercicio y la oferta que han prestado el Estado colombiano y organismos humanitarios; sin embargo, consideramos que las respuestas no han sido suficientes ni acordes con los estándares de protección, lo que ha conllevado a la muerte de 2 niños indígenas Yukpa por agravamiento de salud en las pasadas semanas.
El SJR recomienda que se active el Plan de Contingencia de Desplazamiento Forzado Intraurbano, dado que el hecho de violencia generó un desplazamiento forzado desde el barrio Nuevo Escobar hacia el centro de la ciudad de Cúcuta; situación acompañada por la oficina del SJR -Norte de Santander. Esto implica un marco de protección previsto en la ley 1448 del 2011 que incluye, entre otras medidas, la activación de especial protección a grupos étnicos, la cohesión comunitaria según sus usos y costumbres y la no devolución, dado que la voluntariedad puede estar viciada por la condición de vulnerabilidad en que se encuentra la comunidad.
El SJR Colombia como organismo humanitario internacional de la Iglesia Católica ha brindado acompañamiento a esta comunidad desde la llegada de esta a Cúcuta, en el marco de su misión, fundamentada en principios humanitarios, de neutralidad e independencia. En esa medida comprendemos a la institucionalidad como un aliado en la defensa de los derechos humanos y, al mismo tiempo, invitamos a reconocer nuestro actuar en un marco de colaboración, pero siempre anteponiendo la protección de la vida y la dignidad humana. Finalmente rechazamos cualquier intento de hostigamiento, estigmatización y persecución contra nuestra misión humanitaria que se enmarca en el llamado del Papa Francisco en «acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes y refugiados».
NP. Mauricio García Durán, S.J.
Director Nacional SJR-Colombia