En primer lugar me gustaría agradecer al Presidente Tabaré Vazquez por albergar esta primera reunión del Grupo Internacional de Contacto, así como a los representantes de Alemania, Bolivia, Costa Rica, Francia, Ecuador, España, Italia, México, Países Bajos, Portugal, Reino Unido y Suecia por haberse unido a esta iniciativa.

La preocupación compartida por la situación en Venezuela es lo que nos reúne aquí hoy. Podremos tener diferentes puntos de vista y lecturas sobre las causas de la crisis, pero compartimos un mismo objetivo: contribuir a una solución política pacífica y democrática. Este no es solo el mejor resultado deseable, también es el único resultado posible si queremos evitar más sufrimiento y un proceso caótico y peligroso.

Comenzamos a explorar la idea de un grupo de contacto en la Unión Europea hace ya unos meses, pero debido a los últimos acontecimientos la Unión Europea y sus Estados miembros han decidido acelerar el proceso, porque es necesario y urgente reacciones y tratar de abrir nuevos espacios políticos.

He informado a las Naciones Unidas, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, la Santa Sede, diversos países de la región y otros actores internacionales sobre el establecimiento de un grupo de contacto. Y es mi intención mantener estos contactos.

El objetivo de este grupo no es imponer procesos o soluciones a los venezolanos; está claro que la solución a esta crisis debe provenir del pueblo de Venezuela. El objetivo tampoco es establecer una mediación o una negociación directa. Pero creemos que una iniciativa internacional es importante para acompañar una salida pacífica y democrática de la actual crisis a través de elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles.

Con esa finalidad en mente, un enfoque común y concertado de los actores regionales e internacionales es crucial. Ésta es también la intención de este grupo; promover un entendimiento común de la situación en el país y un enfoque concertado de la comunidad internacional.

La tarea que nos ocupa es urgente y esta urgencia proviene del empeoramiento de la situación que corre el riesgo de desestabilizar a toda la región, y no solamente la región. Hay 1 millón de Venezolanos que son también ciudadanos europeos. Millones de personas ya han abandonado el país, y muchas más están huyendo en estas horas. Por lo tanto, es fundamental evitar la violencia interna y la intervención externa, y abrir un camino para un proceso político que conduzca a elecciones anticipadas. 

Tenemos que asegurar una comprensión y un enfoque común de la asistencia humanitaria. Sabemos todos que el país precisa de asistencia masiva. Y sabemos todos que las necesidades seguirán aumentando. Pero tenemos que asegurar que esta asistencia está canalizada de la mejor manera y la más efectiva. 

Debemos intentar, en el día de hoy, llegar a un entendimiento común entre todos nosotros sobre los aspectos clave de la situación en el país. Y también sobre las condiciones mínimas necesarias para un proceso de transición política que desemboque en elecciones, así como la mejor manera de utilizar este grupo para promover esas condiciones.

Sin más dilación espero tengamos un intercambio fructífero y me permito subrayar que en los intercambios, en lugar de ahondar en los diferentes puntos de partida que cada uno pueda tener, siempre debemos centrarnos en lo que nos une y en el objetivo final compartido, que es un Venezuela en paz y democracia, y una región en paz e democracia.


Prensa Unión Europea