Washington, D.C. – En el marco del Día Internacional para erradicar la pobreza, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reitera de manera enfática su llamado a los Estados Miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) a realizar todos los esfuerzos a su alcance para poner fin a este flagelo.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos señala en su preámbulo que «sólo puede realizarse el ideal del ser humano libre, exento del temor y de la miseria, si se crean condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos». El preámbulo del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “Protocolo de San Salvador” reconoce en forma expresa “la estrecha relación que existe entre la vigencia de los derechos económicos, sociales y culturales y la de los derechos civiles y políticos, por cuanto las diferentes categorías de derechos constituyen un todo indisoluble que encuentra su base en el reconocimiento de la dignidad de la persona humana, por lo cual exigen una tutela y promoción permanente con el objeto de lograr su vigencia plena, sin que jamás pueda justificarse la violación de unos en aras de la realización de otros”.
La pobreza extrema constituye una violación generalizada de todos los derechos humanos, tanto civiles y políticos como sociales, económicos y culturales. Los requerimientos del derecho humano a una vida digna trascienden los contenidos igualmente fundamentales del derecho a no ser ejecutado arbitrariamente, del derecho a la integridad personal, del derecho a la libertad personal, de los derechos relacionados con el sistema de democracia representativa y de los demás derechos civiles y políticos. Asimismo, la experiencia demuestra que la pobreza extrema puede afectar seriamente la institucionalidad democrática, pues constituye una desnaturalización de la democracia y hace ilusoria la participación ciudadana, el acceso a la justicia y el disfrute efectivo, en general, de los derechos humanos. Por ello, además de destinar recursos públicos por un monto suficiente para los derechos sociales y económicos de las poblaciones, los Estados deben velar por el uso apropiado de tales recursos.
En efecto, una de las situaciones generales de derechos humanos más preocupantes en el hemisferio es la relacionada con la pobreza y la pobreza extrema que afecta a un número cada vez mayor de personas. Lo extenso y complejo del problema, así como la necesidad de buscar soluciones, ha sido reconocido por varios Estados y por la sociedad civil, e igualmente por instituciones y organizaciones internacionales, tales como las Naciones Unidas (ONU), el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, entre otros. Es de resaltar que la Asamblea General de la ONU adoptó en septiembre de 2015 la “Agenda 2030” con la inclusión de 17 objetivos de desarrollo sostenible, que regirá los programas mundiales de desarrollo durante los próximos 15 años. La referida agenda tiene por finalidad prioritaria poner fin a la pobreza en el mundo para 2030, así como erradicar el hambre y lograr la seguridad alimentaria; garantizar una vida sana y una educación de calidad; lograr la igualdad de género; asegurar el acceso al agua y a la energía; promover el crecimiento económico sostenido; adoptar medidas urgentes contra el cambio climático; promover la paz y facilitar el acceso a la justicia, entre otros.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos inició en 2015 un proceso para la elaboración del primer informe temático sobre derechos humanos y pobreza en las Américas. Con el propósito de recopilar información para la elaboración de dicho informe, la CIDH realizó siete visitas a Estados miembros (dos a Estados Unidos, y una a Paraguay, Bolivia, Guatemala, Guyana y Perú), en las quese reunió con autoridades estatales con responsabilidad en la materia, visitó asentamientos urbanos precarios y comunidades que viven en pobreza y pobreza extrema, además de mantener reuniones con la sociedad civil. El pasado 15 de octubre concluyó en Perú la última visita conducida por el Comisionado Vannuchi como encargado de la Unidad DESC, con miras a la elaboración del referido informe. El 17 de noviembre próximo como parte de las actividades relacionadas a la preparación del informe se realizará una conferencia de expertos en la materia, con la colaboración de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Asimismo, durante el período ordinario de sesiones de la CIDH que tendrá lugar en Panamá a fines de noviembre e inicios de diciembre de 2016, se encuentra programada la consideración y aprobación del mencionado informe, para concluir el año con su lanzamiento. La Comisión Interamericana agradece la colaboración y disposición de los Estados miembros para la realización de las referidas visitas y a la sociedad civil, movimientos sociales, academia y sindicatos de la región por su participación e insumos brindados.
Con base en su experiencia en la materia, y en particular por lo observado en las referidas visitas, el Comisionado Vannuchi dijo: ¨La pobreza tiene muchas caras. Son las que hemos visto en las mujeres, hombres, niños, niñas. adolescentes y personas mayores que viven día a día la realidad de sus derechos humanos insatisfechos. Este fenómeno multidimensional que debe ser abordado por el Estado de manera prioritaria, urgente e integral, con especial preocupación por las poblaciones históricamente discriminadas”
La Comisión urge a que los Estados Miembros adopten políticas públicas, leyes, procedimientos y prácticas que garanticen la protección efectiva de los derechos humanos de las personas que viven en pobreza y extrema pobreza, y a continuar dedicando esfuerzos y recursos para erradicar la pobreza para implementar la agenda mundial para 2030 y los estándares interamericanos, con las consecuentes obligaciones internacionales en la materia.
Finalmente, la CIDH agradece la contribución financiera de la Unión Europea que posibilita la realización de las actividades y la elaboración del primer informe sobre la materia.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan a sus países de origen o residencia.
No. 152/16
Prensa CIDH