A raíz de que el gobierno argentino no permitió que la organización leyera unas palabras que había preparado para el acto en el que recibiría el premio Emilio F. Mignone porque eran críticas de la actual gestión, enviamos una carta a Jorge Faurie, ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación. La nota también fue firmada por Mercedes y Javier Mignone, hijos del fundador del CELS.


Al Sr. Ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la Nación,
Embajador Jorge Marcelo Faurie
De nuestra mayor consideración:

Nos dirigimos a usted para manifestar nuestra profunda preocupación frente al acto de censura del que fue víctima la organización venezolana Provea, que iba a ser distinguida el jueves por el gobierno argentino con el Premio en Derechos Humanos Emilio F. Mignone.

Según hizo público Provea, no se permitió a la organización leer el discurso que había preparado para la ocasión, compuesto de unas palabras de su presidente y de otras de uno de sus fundadores, nuestro compatriota Raúl Cubas, en virtud de que éstas últimas transmitían fuertes críticas tanto para el gobierno argentino, como para el venezolano, en materia de derechos humanos.

Hacemos nuestras las palabras de Cubas que no pudieron ser leídas en el acto, que afirmaban: “El Premio debe servir para ayudar a construir relaciones democráticas entre el Estado otorgante y los defensores de derechos humanos que reciben el reconocimiento, permitiendo que se establezca un necesario diálogo entre quien tiene la obligación nacional e internacional de garantizar los derechos humanos y quienes deben luchar porque esto sea una efectiva realidad. En este sentido, soy de la idea que en la actualidad tanto Argentina como Venezuela adolecen de graves fallas y debilidades tanto en la vigencia plena del Estado de Derecho como en la garantía efectiva de los derechos humanos. Asimismo, el autoritarismo de las gestiones gubernamentales, la falta de independencia de los poderes públicos, la impunidad estructural o el retroceso en el proceso de Verdad y Justicia, la existencia de decenas o centenares de presos políticos, la creciente represión a la protesta social, la aplicación de doctrinas de seguridad conocidas como “gatillo fácil” o “dispare primero y averigüe después” que victimiza a los jóvenes que viven en zonas populares, así como el crecimiento creciente de la pobreza, en ambos países, es una realidad que nos interpela. (…) Creo que las actuaciones coherentes de los Estados en materia de derechos humanos son relevantes y fundamentales, y por eso creo necesario que tanto Argentina como Venezuela tomen medidas prontas y oportunas para que el legado de coherencia de Emilio F. Mignone se convierta en efectiva realidad. Propongo que ambos Estados asuman inmediatamente sus obligaciones ante las instancias internacionales de protección de los derechos humanos tanto de la OEA como la ONU, y liberen de forma inmediata los presos políticos, comenzando en Argentina con la dirigente social Milagros Sala, y en Venezuela con el abogado y defensor de los derechos humanos, Marcelo Crovato, quien por cierto tiene doble nacionalidad, argentina-venezolana. Ambos tienen decisiones favorables de la CIDH y del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria, que esperan por ser cumplidas por las autoridades de ambos países.”

Tanto el CELS como otros organismos cuestionamos la respuesta del gobierno argentino a las manifestaciones de protesta, la persecución de sindicatos y organizaciones sociales, la justificación oficial de ejecuciones policiales por parte de las policías, el endurecimiento de las políticas de seguridad y la criminalización de líderes sociales. El gobierno argentino no ha cumplido con las medidas cautelares y provisionales de la Comisión y de la Corte Interamericanas a favor de Milagro Sala.

Es inadmisible la incoherencia del gobierno argentino al disponer premiar a una organización de defensa de derechos y violar sus derechos en el mismo acto. Este desenlace tergiversa el sentido del Premio y lo pone en cuestión.

En relación con la situación que se pretendió visibilizar al elegir a Provea como destinataria del premio llamamos al gobierno argentino a comprometerse en forma activa con una solución negociada para acompañar a dicho Estado en una salida soberana de la crisis, en el marco del estado de derecho y sin regresiones en materia de derechos económicos, sociales, civiles y políticos, que empeoren la situación de los más desprotegidos.

El apoyo que el gobierno argentino debe dar al pueblo venezolano es su compromiso con tal salida democrática y consensuada, en espacios multilaterales, y condenar la injerencia de Estados Unidos, en particular el uso de sanciones económicas y la amenaza de intervención militar que solo pueden empeorar la situación humanitaria.

La universalidad de los derechos humanos es un principio básico del que nadie se puede sustraer. Tampoco el gobierno argentino, que al otorgar este premio adquiere un compromiso con la promoción y el respeto de los derechos humanos en nuestro país. Esperamos que en futuras ediciones del Premio se visibilicen situaciones de extrema gravedad como las que atraviesan Brasil y México y que el gobierno argentino recupere el liderazgo en la agenda de derechos humanos de la región.

Saludamos a Ud. atentamente,

Horacio Verbitsky Presidente CELS

Gastón Chillier Director Ejecutivo

Mercedes y Javier Mignone.


Prensa CELS