La presente es una respuesta pública a las invitaciones que nos hiciera la Ministra del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, Blanca Rosa Eekhout Gómez, a Mercedes Muñoz presidenta de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa, AVESA, y a Magdymar León Torrealba, Coordinadora ejecutiva, “en reconocimiento a nuestra trayectoria como luchadoras por los derechos de la mujer y la igualdad de género”, para asistir el domingo 7 de mayo de 2017, a las 9 am, en el Salón Bicentenario del Palacio de Miraflores, a una reunión “en el marco de una Constituyente Originaria convocada por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros…” con el fin de “abordar  aspectos que servirán de fundamento a la conformación y funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente”.

En AVESA (fundada hace 34 años por Elisa Jiménez Armas) institución pionera en la promoción y defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos y los Derechos de la Mujer venezolana, que a todas luces históricamente desde su fundación ha participado de la manera más comprometida en todas las luchas reivindicativas de los Derechos de las Mujeres de nuestro país y la región,  muy especialmente aquellos que se refieren a la obligación del Estado a garantizarles   una vida libre de violencia y con los óptimos estándares de  salud sexual y reproductiva; y dado el momento crítico que vive nuestro país en todos los órdenes, nos sentimos en la obligación de hacer público nuestro rechazo a la convocatoria que nos hiciera la Ministra del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género en nombre del Presidente de la Republica para participar en un evento destinado a la “conformación y funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente”.

Consideramos que la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, -además de ser ilegal puesto que no cumple con lo establecido en la Constitución vigente- no tiene nada que ver con los problemas y necesidades de las mujeres en la actualidad. La mujer venezolana necesita en este momento histórico de profunda crisis que el Estado venezolano realmente garantice el Derecho a la Vida y la Salud (no queremos seguir muriendo debido a causas relacionadas con el embarazo o el parto, por ejemplo); el derecho a la alimentación; el derecho a la vivienda, el derecho al trabajo.

Por otra parte: el acceso a los métodos anticonceptivos; a los medicamentos para el cáncer de mama, de ovarios o de útero, y a los antiretrovirales. Necesitamos educación sexual para nuestras hijas (no queremos que nuestras hijas sigan pariendo en la adolescencia, o que contraigan una infección de transmisión sexual, o que empiecen el ciclo de la violencia en el noviazgo).

Queremos realmente vivir una vida libre de violencia. Queremos verdadero acceso al sistema de justicia, y a un sistema de justicia eficiente. Las mujeres venezolanas exigimos del Estado las medidas necesarias para que nuestros hijos e hijas no sean víctimas de la inseguridad y la impunidad. Las mujeres venezolanas queremos  junto con nuestros jóvenes ejercer  derecho a la protesta, sin que corramos el riesgo de morir por ello.

Desde  AVESA hemos formado parte del movimiento unitario y masivo de las mujeres que, en su momento y con una agenda única participamos en la Asamblea Constituyente de 1999 y cuyo fruto es la vigente Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela. En esa constitución logramos las mujeres, como protagonistas y como movimiento social y sin fracturas (que no quiere decir, sin diferencias, sin discusiones o, sin debate)  establecer a nivel constitucional lo siguiente:

  • El derecho de las parejas a decidir libre y responsablemente el número de hijos e hijas que deseen concebir y a disponer de la información y de los medios para el ejercicio e ese derecho.
  • Derecho a servicios de planificación familiar basados en valores éticos y científicos.
  • La garantía de igualdad ante la ley.
  • Lenguaje de género en el texto constitucional.
  • Aceptación de las diversas formas de familia y el derecho de todas a recibir apoyo.
  • Consagración de la igualdad de deberes y derechos para el hombre y la mujer en el matrimonio y las uniones de hecho. Reconocimiento jurídico de las uniones estables de hecho.
  • Reconocimiento del valor económico del trabajo doméstico y la seguridad social para las amas de casa.
  • Derecho a equidad en el salario.

Sin embargo, la consagración de esta plataforma constitucional tan favorable requiere de la definición e instrumentación de políticas públicas sostenidas  y eficientes para  convertirse en una realidad palpable, lo cual a nuestro juicio es materia pendiente.

Con respecto a los derechos de las mujeres y la Constitución lo que realmente nos hace falta es que se respete y se cumpla la Constitución vigente.

Consideramos que la única vía  para enfrentar la crisis que vive Venezuela es constitucional y democrática, tal como está plasmada en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela vigente.


Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa